1. Beatriz y Aitziber, unas encuestadoras...


    Fecha: 20/08/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... frotó, concentrándose sobre todo en los dedos. Cuando lo hizo, se acercó a nosotros por detrás, aplicó una mano a cada uno de nuestros ojetes y empezó a deslizar un dedo en casa trasera. Entraban fácil, así que empezó a jugar con ellos, los sacó, y metió uno más. Teníamos el cuerpo muy relajado, y ella estaba muy lubricada, así que no le costó ningún trabajo meter y sacar los dedos. En un empujón, casi me metió la mano entera dentro del ano. Beatriz se giro y nos quitaba ojo. Nunca habia podío meterle más de dos dedos a su novio, pero pudo ver cómo Aitziber me metia el cuarto. Yo estaba rojo, resoplaba y metía la cabeza entre los brazos: Beatriz sabía que esa era la excitación que mostraba su novio cuando le daba por culo.
    
    Aitziber, mientras, empezó a hablar con Beatriz. Que cómo se lo hacía a su novio, que si le gustaba, que si le gustaría follárme con un consolador de arneses, como si ella fuera un hombre. Ella le contestaba que se los metía con él a cuatro patas, mientras le ordeñaba la polla, o con él de espaldas, recogiéndose las piernas y empinando el culo, para verle la cara a la vez, o que cuando le metía el mango se la chupaba a la vez, y parecía tenerla más grande todavía. Su conversación se iba entrecortando por su excitación. Aitziber sacó sus dedos de sus culo, y empezó a repartirlos entre el culo y el coño de su amiga, metiéndolos y sacándolos, o acariciando su clítoris. Sentía que se iba a correr, pero intentaba aguantar la conversación, seguir hablando. ...
    ... De repente, empecé a soltar un "oohh" que me salió de dentro. Vi cómo de mi polla caía a la cama un hilillo de líquido preseminal, transparente. Beatriz alarguo la mano, tomo algo de ese líquido y se lo llevo a la boca. "!Quieta!", le avisó Aitziber. Empezó a explicarle (como si yo no estuviera oyéndola) que a mi me excitaba tanto eso porque me estaba masajeando la próstata, y que aunque a muchos hombres el hecho de ser penetrados les repelía, ese toque era uno de los más exquisitos que se les podía proporcionar.
    
    Aitziber me dejó a un lado, se puso sobre ella, como si fuera un toro follándose a una vaca, y apoyó su cuerpo, sus tetas, sobre su espalda. Bajó sus manos a su coño, y con una empezó a masturbarle mientras con la otra siguió trabajándole el culo. Le besaba la nuca, le magreaba las tetas, hasta que se corrío. Se desplomo sobre la cama. Ella bajó hasta su coño, concediéndoe un orgasmo más
    
    Aitziber me miro y me dijo. " hasta ahora te hemos tenido muy abandonado ?quieres follarnos?" Les mire a las dos, y dije que sí. "Espera", dijo Aitziber acto seguido Aitziber se ponia de pie delante de la cama mientras Beatriz, sentada a mi lado, me besaba jugando con nuestras dos lenguas y pasaba su lengua por toda mi cara, me mordía el cuello mientras no paraba de decirle a Aitziber que me la chupara.
    
    Aitziber, obediente, empezó a echar saliva sobre la punta de mi polla. Luego la extendía por toda mi polla. ¡Dios mio!, que forma de chuparla tenía Aitziber. Pasaba su lengua ...
«12...5678»