Encuentros con Sofía (Cap. 4)
Fecha: 24/08/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos
... sucedido con su último pretendiente.
En ese momento, no supe que hacer, dudaba en decirle que ya había llegado o en abrir la puerta de golpe, o tocar la puerta y entrar, no sabía cómo reaccionaría ante cualquiera de las posibilidades, pero lo único que quería era entrar y consolarla.
Me decidí a tocar la puerta y decirle que ya había llegado. Retrocedí un poco y volví a acercarme pero esta vez, haciendo un poco de ruido, como para que me oyera.
Toc, toc – sonó la puerta.
-Hola mamá, estás ahí? Pregunté, como si no lo supiera.
-Sii, aquí estoy, que tal te fue?, preguntó, pero pude notar como que hacia un esfuerzo de ocultar en su voz que había estado llorando.
-Acabo de llegar, me voy a la sala a ver algo de tv, le dije
-Listo, me dijo, ya bajo
Y así lo hice, estuve en la sala viendo algo de tv, ningún programa en particular, hasta que luego bajó Sofía, pude apreciar que todavía no se había quitado la ropa de la oficina, ni los zapatos siquiera, bajó arreglada, pensé que para ocultar sus lágrimas, aunque no pudo ocultar muy bien lo hinchado de sus ojos por el llanto.
A pesar de todo estaba muy hermosa, veré si hago un poco de justicia describiéndola. Llevaba falda, apretada al cuerpo, que resaltaba su esbelta figura, sobretodo sus amplias caderas y su pequeña cintura, de alto por media rodilla, como a ella le encantaba vestir. Era de ese tipo de falda que no sabes si es blanca con negro, o negra con manchas blancas. Sus medias panty de nylon, color ...
... carne, que formaban mejor sus ya de por si deliciosas piernas, zapatos de taco color negro.
Su blusa era blanca, de manga larga y de aletas de cuello muy cortas, con botones por delante, la llevaba dentro de la falda y era de un color casi transparente, podía pareciar su top largo color blanco que llevaba por debajo, dejaba ver la forma de las copas y tiras a modo de sujetador, era muy sensual. Las mangas arremangadas medio antebrazo, una pulsera fina en su brazo izquierdo y un anillo delgadito en cada mano. Los botones de la blusa estaban desabrochados a la altura del top, lo cual permitía observar una fina cadena de oro que llevaba puesta.
Su cabello lacio, como lo llevaba hace algún tiempo, le llegaba por delante hasta la altura de sus pechos, negro azabache brillante, ya que lo cuidaba bastante. Tenía un poco de ondulaciones en las puntas, suelto sin recoger, unos aretes pequeños. Su rostro arreglado sutilmente, con un labial que resaltaba esos deliciosos labios y sus cejas perfectamente delineadas. Sus ojos café claro, sombreados y pestañas rizadas. Una verdadera delicia a la vista.
Ese caminar sensual suyo, que permitía apreciar sus caderas, como si de una invitación a contemplarlas se tratara, en cuanto me saludó, pude percibir su perfume, mezclado con su aroma a hembra, ese olor embriagante, solo suyo, terminó por excitarme, ya que últimamente no la veía como mi madre, sino como a una mujer muy hermosa, sexy y sensual.
-Hola, me dijo, dándome un beso en la ...