1. La dulce Julia, buena esposa y madre (III - final)


    Fecha: 25/08/2018, Categorías: Gays Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    Un mensaje de Julia. Ahora no, hacía ni 10 minutos que estuvimos en el baño. Me quedé mirando el móvil. Mi mente estaba volando entre lo que acababa de pasar con Julia, y los mensajes de Cindy.
    
    Me la había vuelto a follar. Algo que pensé, nunca sucedería otra vez. Pensé que había sido cosa de una vez para ella, en un momento en el que estaba a punto de explotar y lo necesitaba, su única infidelidad, su único secreto ‘indesvelable’ que mantendría oculto por siempre.
    
    Entraba en territorio inesperado e inexplorado. Cuando fantaseaba con Julia al principio, solo me imaginaba lo inmediato, follarme a esa mujer que me volvía loco. Pero ahora era real, y había un después. Que iba a hacer? Empezar una relación con una mujer casada madre de dos niñas? Me dio terror solo imaginarlo. Qué coño estaba haciendo.
    
    Interrumpí mis pensamientos, y abrí el mensaje de Julia. Lo había retirado. No sé qué me había escrito, fuese lo que fuese, se había arrepentido, y borrado antes de que pudiese leerlo. Quizá era lo mejor. Tenía que despejarme,
    
    Volví a casa, no intenté contactar con Cindy en todo el día. Julia escribió al final del día, un simple hola, lo leí, pero no quise contestar. No podía, no quería seguir adelante.
    
    Al día siguiente, por la mañana, llamé a Cindy, pero no contestó. Fui al área de Finanzas con la excusa de necesitar cierta información para un proyecto, y al no verla en su sitio, pregunté casualmente por ella a Rodrigo, el director financiero que siempre tenía ese ...
    ... aire de listillo. Después de vacilarme que solo había venido para verla (lo cual era verdad), me dijo que había llamado mala. Fui por la tarde a su casa, ya que seguía sin cogerme el teléfono. No solía perseguir así a las mujeres, pero necesitaba a Cindy. Necesitaba una distracción en mi mente. Tenía que quitarme a Julia de la cabeza.
    
    Me abrió la puerta, tenía cara de muerta. La había roto el corazón, probablemente el primero que lo hacía. En su sencilla forma de ver las cosas, tendría que haberla perdonado inmediatamente, tendría que haberla llamado inmediatamente, tendría que haberme puesto a sus pies. Ella la había cagado, pero la culpa era mía. Esto iba a llevar tiempo…
    
    Quise dar espacio a Cindy los días siguientes, pero la verdad es que me subía por las paredes. No podía dejar de pensar en Julia. Debía escribirla? La llamo?
    
    Y por qué coño Cindy no me escribe? La llamé para quedar el viernes. Me rechazó, necesitaba tiempo. La semana siguiente solo pude convencerla de quedar un rato para ir al cine. Pero ahí quedó todo. No quería volver a verme fuera de la oficina. Noté un cambio enorme. No me podia creer que el simple hecho de no llamarla aquel día para aceptar su perdón, hubiese desencadenado esto. No lograré entenderlas nunca.
    
    No era el único que estaba en un momento de mierda. Luis empezó a sufrir un bajón enorme, que todos notamos en el departamento. Yo me hacía una ligera idea de por qué, pero no quería entrar demasiado a preguntarle. Inicialmente me entró ...
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