1. La dulce Julia, buena esposa y madre (III - final)


    Fecha: 25/08/2018, Categorías: Gays Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos

    ... —preguntó
    
    —Bien, dentro de lo que cabe —me quedé mirándola y la pregunté— Por qué has venido?
    
    —Les diste mi contacto al hospital. Me llamaron para que venga a asegurarme que todo va bien —contestó
    
    —Gracias… pero por qué has venido? —repliqué
    
    Se quedó mirándome. No era odio, ni dolor. Era simplemente tristeza.
    
    —Tú fuiste a ayudarme una vez cuando lo necesitaba. Supongo que te debo una
    
    —Sí… pero por qué has venido —volví a insistir
    
    —… Cállate —dijo esta vez, mirándome ahora con más intensidad
    
    Nos quedamos un momento callados. Julia entonces dijo.
    
    —Si estás bien, y no necesitas nada, entonces me voy ya, tengo que ir al trabajo
    
    —No quieres quedarte a desayunar? Después de haberme visitado, qué menos que ofrecerte desayuno —dije sonriéndola
    
    —No gracias —respondió con una tímida sonrisa.
    
    —Tenía que intentarlo —la sonreí— Solo te pidieron que me visitaras? No te dijeron nada más?
    
    —Déjame mirarte un momento la ceja y la mano —dijo tras unos segundos dudando en silencio
    
    Fue al baño, mojo una pequeña toalla, volvió y me limpió con cuidado el corte de la ceja.
    
    —Vaya lío hemos montado… —dije para romper el silencio
    
    Me miró levemente a los ojos y asintió.
    
    —Qué vas a hacer ahora? —preguntó tras unos segundos. Parece ser que se había también enterado del despido.
    
    —Estoy siguiendo un curso online para tocar la trompeta —bromeé. La simple presencia de Julia me alegraba el ánimo.
    
    Julia soltó una risa espontánea, que cortó rápidamente. ...
    ... Seguía pasando con delicadeza la toalla, su mano empezaba a estar algo temblorosa. Terminó y pasó a chequear mi mano. Cogió los dedos uno a uno con cuidado, que estaban libres de la cédula, los movió ligeramente y me preguntó si me dolían.
    
    —También te pidieron que analizaras la mano? —pregunté
    
    —No —respondió con una media sonrisa, con un punto de tristeza
    
    —Entonces te quedas a desayunar, verdad? —dije
    
    Julia sonrió tímidamente, mirándome con cariño. Alargué la mano izquierda (la sana), la cogí de la mano y la arrastré para tumbarse junto a mi. Julia no se opuso. Se tumbó frente a mí, su cara a escasos centímetros de la mía.
    
    —Qué vamos a hacer —dijo, más una reflexión que una pregunta
    
    —No lo sé —respondí
    
    La acaricié el pelo. Me encantaba cómo olía. La besé. Con delicadeza. Me encantaban sus labios. Nos besamos, suavemente, sin brusquedades. Yo saboreaba sus labios, lentamente, de vez en cuando mordiéndolos ligeramente, con cariño. Ella me agarraba del brazo, o me acariciaba la cara. Pasamos un tiempo así, besándonos, despacio. Mirándonos. Con cuidado, empezó a girarme para ponerme boca arriba. Se tumbó encima mío, sin dejar de besarme. Se incorporó, quedando a horcajadas sobre mí, y me quitó la camiseta con delicadeza. Yo, con una mano, le intenté quitar el jersey, aunque ella se lo acabó quitando sola cuando terminó de quitarme la camiseta. Llevaba una camisa de rayas azul y blancas, ajustada a su pequeña cintura, y que marcaba perfectamente el volumen de ...
«1...345...8»