Noche de tormenta
Fecha: 27/08/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: CalmaSola, Fuente: CuentoRelatos
... marchara...
Un sábado en que Claudia salió con sus amigas a una discoteca, Adrián llegó a casa más temprano de lo habitual y al entrar en su dormitorio se la encontró a ella sentada en la cama esperándole. Su cara era triste.
― ¿Qué te pasa? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estás durmiendo?
―Tengo un problema Adrián...
Él notó que ella se ponía roja. Le daba vergüenza contárselo. Así que por un momento el volvió a ser e hermano fraternal de siempre. Se sentó a su lado, la rodeó por los hombros con el brazo y la atrajo contra su pecho.
― ¿Qué te pasa pequeña?
―Me da vergüenza pedírtelo, pero necesito que me hagas un favor...
― ¡Venga dime! Sin miedo...
Ella dudó un par de segundos y después dijo...
― ¿Te acuerdas de Ernesto? El chico con el que me enrollado un par de veces...
―Sí, me acuerdo.
―Hoy me ha dicho que no se besar. ¿Podrías enseñarme tú a hacerlo?
El corazón de Adrián se detuvo por un momento y durante unos segundos se olvidó de respirar...
Cuando reaccionó se separó de Claudia y le dijo...
―Pequeña, me parece que esa no es muy buena idea. Soy tú hermano y no está bien que yo hiciese eso...
Ella saltó poniéndose de rodillas sobre la cama y le agarró por la pechera de la camisa, poniendo cara de niña buena, como cuando era más pequeña y quería convencerle de que hiciese algo por ella...
―Por favor Adri, por favor. Además, no está mal, no somos hermanos de verdad. No pasa nada. Sólo tienes que besarme y explicarme como ...
... se hace. Por favor...
Sólo de imaginarlo, Adrián sintió como su miembro comenzaba a endurecerse. Deseaba hacerlo y no sólo besarla, sino acariciarla, tomar entre sus manos aquellos pechos que se marcaban bajo la camiseta de ella y que delataban que se había quitado el sujetador. Anhelaba meter la mano bajo el corto pantaloncito que Claudia llevaba y sentir su calor y humedad más íntima...
―No...
La apartó de si casi bruscamente y se levantó de la cama.
―Adri, por favor...
―Te he dicho que no. Y ahora vete. Quiero dormir.
Ella se levantó con rabia de la cama, con una cara que mostraba que se sentía enfadada y dolida con él. Salió dando un portazo que sin duda sus padres debieron oír. Pero nadie acudió a ver qué pasaba. Seguramente pensaron que era "otra discusión de hermanos".
Una vez en su cama, Claudia lloró amargamente por dos razones. La primera que era la primera vez que Adrián le negaba algo y la segunda por frustración. Había deseado tanto sentir la boca de él unida a la suya.
Mientras Adrián, también se había acostado. Sabía que había hecho lo correcto y su conciencia estaba tranquila, pero su cuerpo permanecía intranquilo. La piel le quemaba y su erección lejos de haber remitido, le martirizaba.
Casi sin darse cuenta, empezó a masturbarse pensando que poseía a la hermosa jovencita que estaba acostada en la habitación de al lado y que le estaba prohibida.
Cuando su frustración salió de su cuerpo en forma de un poderoso chorro caliente, ...