Con Lorenzo todo resulta fácil, incluso follar
Fecha: 05/09/2018,
Categorías:
Anal
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... la piscina había una ducha que no funcionaba, dejé la idea de repararla para el día siguiente y me quite la ropa, bueno es un decir, me quité la tanga y me eché de golpe y cabeza al agua, nadé y nadé y nadé, hasta que vi a Lorenzo de pie al borde de la piscina, desnudo, sin atreverse a entrar. Me acerqué, le di las manos con la idea de empujarle adentro, pero se agachó, se puso boca abajo extendido y al acercar mi cabeza, me besó. Nos enzarzamos en un beso prolongado enroscando la lengua.
Estaba yo dentro del agua y se me puso dura, así de caliente me puse. Lorenzo tiene cosas raras y atrevidas, se puso de espaldas al suelo y con la cabeza colgando hacia la piscina, nos besamos al revés, pero di un salto salí y me puse sobre él para mamar su polla. Lorenzo se acomodó mejor la cabeza apoyándola en el borde de la piscina y me iba chupando el culo y metiendo lengua. Como mi culo es blando se dilata muy pronto. A veces no necesita dedo, pero Lorenzo no lo sabe mete dedo en el agujero y me da mayor placer. Ya estoy yo a reventar. Si la noche anterior había sido buena esto era el preludio de esta noche y Lorenzo, tanto como yo o más, estaba con muchas ganas.
Cuando noté que yo ya estaba a punto y que la polla de Lorenzo se había puesto muy dura y buena, me incorporé para sentarme sobre él mirándole a la cara. Fui metiendo mi polla en su culo y una vez dentro, como para descansar, me eché encima de él para besarnos de nuevo. ¿Qué beso me dio el puto maricón de Lorenzo! Eso ...
... es besar, lo otro son versos de arte menor pero a si me encantan los putos endecasílabos. Eso mismo le dio más ganas y comenzó a empujarme hacia arriba elevando su cadera para hacer un esforzado mete y saca. ¡Joder!, el gusto que yo iba teniendo, pues notaba el paso de la polla por el roce sobre la pared de próstata que cada vez exclamaba: ˝Hala, puto maricón, dale y dale y dale, wauuuu, has pasado cada vez”. Mi polla ya rezumaba presemen espeso y ya medio blanco, había perdido la transparencia.
Tanto se esforzó Lorenzo que explotó dentro de mí uno, dos, tres, cuatro, hasta seis trallazos de leche noté que entraban adentro de mi cuerpo, y de pronto se abrieron las compuertas de mis huevos y soltaron cinco chorros fuertes y algunos más pequeños pero más sentidos y con mayor placer. Nos quedamos abrazados en el suelo, al lado de la piscina, hasta que la polla de Lorenzo salió de mi culo. Noté que no tardó en comenzar a salir el semen de Lorenzo de mi interior y me incorporé. Agarrando a Lorenzo, me empujé llevándome a Lorenzo conmigo dentro de la piscina. Nadamos mal y despacio y nos paramos apoyando nuestras espaldas sobre el borde de la piscina y de cara a la casa.
Miré hacia arriba y le dije a Lorenzo que mirara también, en el ojo de ventana de la pieza que habíamos limpiado se encontraban observándonos los dos abuelos, sonriendo y abrazados. Le dije a Lorenzo:
—Lo que se imaginaban ya lo saben, los dos somos gays y no tenemos por qué ocultarlo.
—Y ¿qué hacemos?, ...