1. Con Lorenzo todo resulta fácil, incluso follar


    Fecha: 05/09/2018, Categorías: Anal Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... sensatez.
    
    —Entonces…, abuela, —dije yo lentamente como con temor a equivocarme— ¿quieres decir que os gustaría que… Lorenzo o yo nos quedáramos con vosotros… de modo permanente…?
    
    —Ah, no, no; Lorenzo o tú no, los dos. Tenéis el coche para inscribiros en la universidad de la ciudad que queda a media hora, nos hacéis compañía y… lo demás es cosa vuestra.
    
    Lorenzo y yo no sabíamos qué responder, pues que si mis padres, que si las amistades, se nos puso todo un mundo complicado. Por una parte nos ponía feliz, por otra un perfecto desconcierto, daríamos mucha alegría a los abuelos pero ¿qué dirían nuestros padres? Nuestra vida comenzaba a complicarse por los sentimientos. Mi pensamiento se fue al final de las siete semanas… ¿Me separaría de Lorenzo?, ¿sería igual mi vida con él que sin él?, ¿había comenzado a barruntar el amor entre Lorenzo y yo como insinuaban los abuelos?, ¿estaríamos malogrando nuestra vida para siempre? No solo yo, los dos teníamos un lío tremendo.
    
    Ante nuestra indecisa actitud, el abuelo nos dijo:
    
    —Para no cenar con caras largas y preocupadas, id a vuestra habitación, lo conversáis, que se os pase un poco el susto que se os ha metido en el cuerpo y bajáis a cenar que os esperamos viendo un rato la televisión.
    
    Nos fuimos a nuestra habitación y, una vez allí, Lorenzo me preguntó:
    
    —¿Por qué nos han enviado aquí si podríamos pensarlo abajo?
    
    —Para que follemos, Lorenzo, para que follemos, y luego tomemos la decisión; ellos no quieren que nos ...
    ... quedemos por ellos, sino por ti y por mí, si nos queremos, nos quedamos, si no nos queremos nos vamos…
    
    —¡Aahh…! Pues yo te quiero, de verdad, te quiero…
    
    —Lorenzo, yo te quiero más que a mí mismo.
    
    Se quitó la tanga, me la quitó, nos metimos sobre la cama, nos revolcamos, nos besamos, se nos puso dura, hicimos un 69 para ver qué elegía cada uno y Lorenzo se metió mi polla en la boca, yo comencé a prepararle el culo, gritaba Lorenzo en cada chupada que le daba y me dijo:
    
    —Anda, penetra, métemela, jódeme ya, no esperes, jódeme…
    
    Se puso en cuatro y le abrí las nalgas para empitonar mi polla en su agujero, intenté parar para no hacerle daño y me dijo a gritos:
    
    —Cabrón, no me hagas sufrir, puta tu madre si no comienzas, ya, ya, ya, vaaa, métela de una puta vez, ¡joder!…
    
    Y así continuó todo el mete y saca hasta que derroché mi semen en su culo y a continuación comenzó a soltar el suyo sobre la sábana. Nos echamos a la cama yo encima de él y él encima de su propio esperma. Descansamos unos diez minutos, nos metimos a la ducha, nos secamos, me vistió con el tanga, hizo lo mismo y nos fuimos a cenar. Los abuelos estaban sentados sin servirse.
    
    —Hemos decidido… dije.
    
    —… que nos quedamos, concluyó Lorenzo.
    
    —¿Cómo lo habéis decidido?, preguntó el abuelo.
    
    —Fabián, eso es cosa de los chicos… dijo la abuela
    
    —Es cosa de los chicos, lo sé, pero toda la casa se ha enterado de lo que estaban haciendo y no se han divertido poco, no… dijo el abuelo.
    
    —Fabiaaan… ...