1. noche mágica en mexico


    Fecha: 07/09/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Yo no conocía nada de México, y era mi primer viaje al extranjero, así que me pareció buena idea seguir sus consejos. Me llevó a su camioneta mientras hablábamos de trivialidades del aeropuerto, del avión, del viaje, hasta que ella me dijo: - Suéltame ya la mano y deja la maleta ahí atrás. Habíamos llegado y no me había dado ni cuenta, sin percatarme de nada habíamos recorrido todo el trayecto agarraditos de la mano, era como si nos conociéramos de toda la vida. En viaje al hotel le comenté todos los pormenores de mi viaje, no quería separarme de aquella mujer que tantas noches me había quitado el sueño, así que pensé en invitarla a cenar, como trueque por el favor que me hacía al guiarme desde el aeropuerto hasta el hotel. -Lo que me estoy ahorrando en taxi y guía nos lo gastamos en cenar- le dijeRico- dijo ella mostrándome una vez más esa fabulosa sonrisa. - Reserva una mesa en el restaurante, mientras subo mis c osas a la habitación- le pedí amablemente. Ella me contestó con un cariñoso guiño. Me llevo poco tiempo encontrar la habitación, entré y sin apenas entretenerme solté la maleta encima de la cama y bajé para terminar de compartir aquel intenso día que estaba siendo. La cena fue de lo más entretenida, todo tenía una sabor esplendido, y se me hizo muy divertida, con las bromas que gastábamos del as diferencias entre España y México, y con la música de los mariachis que nos dedicaron un par de canciones. Finalizada la cena de los arrumacos, como me gusta llamarla, ...
    ... tomamos unos tequilas para terminar de darle un toque mexicano a la cena. Después nos dirigimos al hall donde nos despedimos con un tierno beso. El corazón se me aceleró, no podía creerme que me estuviera sucediendo aquello. Aquella mujer a la que tanto veneraba estaba besándome. De repente, como si de un cuento de Disney, o de una película se tratara, se abrió la puerta del ascensor y la magia se rompió. Entré, pulsé el botón de mi planta, la puerta se cerró y lentamente el rostro de aquella mujer se esfumó. A los pocos segundos la puerta se abrió otra vez y yo esperaba, que como en las películas estuviera allí de nuevo, pero la realidad fue mucho más dura, me encontré sólo en aquel pasillo de hotel. -Bueno, si no nos volvemos a ver, por lo menos la he besado- Pensé para mi, queriendo pensar que quizás al día siguiente me llamaría, o volveríamos a vernos. Sin darme cuenta, había llegado la habitación del hotel. Busqué la tarjeta de la habitación y entré inspeccionando todo. Con las prisas, la vez que subí la maleta no había examinado la habitación. Tenía buena pinta. Miré la cama, allí estaba mi maleta, la bajé y comprobé la firmeza del colchón mientras me decía a mi mismo: -¡Qué grande, que cómodo y que solitaria está esta cama! El resto del mobiliario también parecía confortable, una línea un poco clásica para mi gusto pero, cómodo al fin y al cabo. Encendí la televisión para que me hiciera compañía mientras abría mi maleta y colocaba sobre la cama su contenido. Cuando hube ...
«1234»