1. noche mágica en mexico


    Fecha: 07/09/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... bajaba después a la boca de su vagina y jugaba a introducir un poco de mi pene. Aquel juego nos estaba volviendo loco a los dos. - Métela ya- dijo, entre gemidos Así que, sin poder demorar más aquel placer extenuante empecé a penetrar aquel maravillosos sexo, centímetro a centímetro, sintiendo como se deslizaba mi pene por aquella maravillosa y empapada vagina, que me acariciaba, me recibía cálidamente y me apretaba mi pene proporcionándome un placer indescriptible. Me quedé unos segundos mirando sus ojos profundos, mientras avanzaba por aquella maravillosa vagina, extasiándome en aquel gesto, aquella cara que me hipnotizaba y que ahora me recibía, excitándome hasta el límite… Cuando estuvo toda dentro me quede quietito un momento, disfrutando de aquel maravilloso momento mientras ella, se volteaba y se ponía encima de mí como una amazona mostrándome sus maravillosos pechos, mientras comenzaba a cabalgar lentamente mi pene. No pude aguantar mucho tiempo mirando sus pechos, porque su rostro, su sexo, todo estaba puesto para excitarme, y aquella excitación, y aquellos ...
    ... movimientos rítmicos, lentos, intensos, que introducían mi pene en lo más profundo de sus entrañas, hacían que cerrara los ojos, para poder sentir bien su respiración, las maravillosas caricias que me propinaba mi diosa del sexo y su increíble vagina que masajeaba mi pene una y otra vez, con aquel movimiento, incesante, cada vez más rápido. - Así bruji, muévete así- le decía, mientras ella iba aumentado el ritmo, sin dejar de gemir. - Si papi que rico, siii, como te siento, así papi, te quiero sentir así…-decía ella sin dejar de moverse, acelerando cada vez más, arqueando su cabeza, su espalda…hasta cabalgarme frenéticamente golpeando su sexo violentamente en mis testículos. - Vente conmigo amor, vente, me voy a venir…. -comenzó a gritar más y más poseída de un increíble orgasmo que a su vez hacía que me excitará muchísimo , de modo que mi pene comenzó a inundarse de esperma, que me quemaba hasta no poder soportar más aquel increíble e intenso placer, que nos hizo estremecernos y fundirnos en un eterno abrazo-orgasmo, que nos dejó exhausustos y abrazados, como un único y maravilloso ser 
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