Mi esposa, prostituta por necesidad - Relatos Eróticos

Mi esposa, prostituta por necesidad

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Me sentía totalmente derrotado al volver al lado de mi esposa, le dije que si tuviera algo le daría para que volviera al lado de su familia, pero ni eso tenía. Ella me escucha mirándome con su rostro triste y como queriendo decirme algo, pero no se atrevía. Finalmente, viendo lo crítico de la situación me dice que hay una salida. Lo pensó mucho pero por fin se atrevió a decirme que mientras fui a buscar a Rafael un señor de edad avanzada que estaba sentado a espaldas de nosotros escuchó lo que hablábamos y supo por el apuro que estábamos pasando, la abordó y le preguntó cuál era la razón de que estuviéramos tan apretados. Ella le platicó la verdad sobre su parto y mi accidente y él, con mucho tacto le dijo que podía ayudarnos con una condición, le dijo que tenía muchos años sin mujer y que si ella aceptaba estar con él una vez por semana le iría dando dinero al menos para lo más elemental y pudiéramos salir adelante mientras yo me reponía.
 Cuando me dijo eso, me enfurecí y muy molesto le dije-- "¡Me imagino que le abras dicho sus verdades y lo mandaste a la chin...!" --Me dice-- "Si, le dije que yo no soy esa clase de mujeres y que no perdiera su tiempo conmigo" --Yo estaba tan molesto que le dije-- "¡Debiste mentarle su madre y que se vaya a ofrecerle su dinero a la más vieja de su casa!" 
--Magda me mira con una expresión extraña, como queriendo decirme algo pero sin atreverse. Solo me pregunta-- "¿Tienes alguna solución? ¿Sabes que vamos a hacer?" "¡No lo sé, no ...

... tengo ni idea!" --Fue mi respuesta bastante desesperado, es entonces cuando ella me dice-- "Es que la única salida que veo es aceptar lo que éste señor me ofrece"
 "¿Que estás diciendo?" --casi le grité, y ella más serena que yo, pero con rostro de preocupación me sigue diciendo-- "¿De qué otro modo te puedo ayudar? Nuestra hija ocupa pañales y leche, no la puedo amamantar por el estrés que traigo, así que necesito comprarle su leche, el gas se nos va acabar en cualquier momento, la renta se nos vence la próxima semana, tu ocupas medicina y cuidados, no puedo dejarlos solos, así que no puedo tomar un empleo, y aunque lo buscara no lo voy a encontrar pronto ni me van a pagar de inmediato. ¿Ves otra solución?" 
--Yo entendía todo eso, ¡pero era tan difícil lo que ella me planteaba! Solo acerté a decirle con un nudo en la garganta-- "¿No te das cuenta que a eso se le llama prostituirse? ¡No puedes hacerlo!" --me contesta con mucha convicción— "Llámese como se llame, no veo otra salida, apenas si tenemos para el pasaje de regreso ¿Y mañana que haremos sin un centavo? Ése señor me dijo que en este parque por la tarde vienen algunas mujeres de los poblados cercanos y trabajan en eso por este rumbo porque están esos dos hoteles y que también van al parque de San José. Quiero intentar un rato a ver que logro, me dijo que muchas de ellas son señoras casadas, amas de casa y que no por hacer eso pierden su categoría de señoras; lo hacen con discreción y nadie lo sabe y no se les quita ...