Mi esposa, prostituta por necesidad
Fecha: 26/09/2022,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Alberto, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... nada, y creo que a mí tampoco se me va quitar algo con hacerlo"
--Yo estaba muy abrumado y solo acerté a decirle-- "¿Tú quieres hacer eso?" "No" --contesta casi gritando-- "No quiero, pero no se trata de querer sino de ser realista y no veo otra salida de momento. Pienso en que tú necesitas cuidados y ocupamos muchas otras cosas que sin dinero no puedo darles"
--No sé de donde agarre valor para decirle-- "¿Y qué harás si te digo que sí, que lo intentes?" --Magda me explica lo siguiente-- "Ese señor me dijo que tiene un local por esta calle, me dijo 'si te decides y aceptas, solo paséate un poco por ahí enfrente del parque y desde mi tienda te alcanzaré a ver y vengo enseguida'. –Me sigue diciendo—“Así que si tú me esperas un rato voy para allá para que me vea y venga, y pues a ver qué sucede y si logro algo nos vamos con lo que él me dé, si no voy a tener que esperarme el resto de la tarde a ver quién me ofrece algo"
--Todavía hice un intento más de disuadirla diciéndole-- "¿Estás segura que quieres hacerlo?" --contesta casi llorosa-- "¡Por favor, no me quites el valor! Estoy haciendo un gran esfuerzo por dar este paso necesario, no me desanimes ahorita que tengo fuerzas para hacerlo"
--Le explique que mi preocupación era que aún no completaba su cuarentena del parto y me dice-- "No importa, ya tengo 30 días y creo que puedo hacerlo, me siento bien no te preocupes solo anímame y dame valor, no es momento de mostrar celos ni tampoco hacernos los dignos y honorables, ...
... voy a seguir siendo la misma y nada se me va a quitar. Pero tengo que decirte que si este señor no llega y alguien más me aborda y me ofrece algo yo voy a aceptar, no me queda de otra, no voy a dejarlos morir de hambre ni dejarte sin tus medicinas a tí. Así que déjame intentarlo ahorita que tengo valor y por favor no me digas nada, no me desanimes."
--Ella tenía los ojos lloroso, pero se dio valor, puso a nuestra hija en mis brazos y sin decir más hecho a caminar hacia el frente del parque. Este parque era pequeño, medía unos cien metros, todo lo ancho de la cuadra, por unos 40 de fondo y nosotros estábamos en una banca del fondo del parque. Desde ahí pude ver que mi mujer se detuvo al borde de la acera y se paseó unos metros hacia un lado y luego hacia el otro. Vi a un tipo que estaba sentado a cierta distancia de donde yo estaba que le prestaba mucha atención a ella y luego me miraba a mí. Obvio no nos había escuchado hablar, pero algo notó porque miraba con fijeza a Magda y luego a mí, se veía indeciso pero con cierta curiosidad.
Pasaron un poco más de diez minutos y mi esposa se veía desesperada y muy nerviosa, echo a caminar despacio hacia el extremo derecho del parque en relación a mi posición, la perdí un momento de vista, pero luego la vi deteniéndose frente a un sujeto que le había hecho la seña de "¡ven!". Sentí una fuerte opresión en el pecho, un sentimiento de angustia muy raro que no se definir. No eran celos porque no me estaba traicionando pues yo sabía a lo ...