Historia anónima
Fecha: 09/09/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Duoaduo, Fuente: CuentoRelatos
... labor.
Tardó poco en subir una de sus manos, para ayudarse con los dedos en apartar la tela negra del tanga y que su lengua fuese llegando cada vez más a lo que guardaba en su interior.
Ana con los ojos cerrados y la cabeza hacia un lado se llevó una mano a la boca, comenzó a morder su dedo para evitar gemir con fuerza, aunque ya se notaba en su respiración, los pequeños gemidos que se le escapaban denotaban que estaba muy excitada.
Chicogranada tenía el tanga completamente apartado y pasaba su lengua arriba y abajo por sus labios vaginales, labios que parecían abrirse con cada lametazo. Lo deje así unos minutos trabajándose a mi mujer, ganándose el disfrute de esa noche. Subía su cabeza y la bajaba para llevar su lengua por los contornos de la vulva de Ana. Pasó ya sin miramientos a ayudarse de ambas manos, con sus pulgares abrió sus labios para poder introducir mejor su lengua dentro de la vagina y también recorrer toda la vulva de arriba hasta abajo. Los gemidos de Ana eran cada vez mayores y su vientre y su pecho se agitaban con la respiración cada vez más espasmódica.
Tras unos minutos viendo la actuación de Chicogranada y comprobando el goce de Ana decidí que era el momento de cambiar de postura.
Puse la mano en la cabeza del chico para que se fuese separando, la tuve que poner un par de veces para hacerle desistir, al final ya con palabras le indique que la dejase, que iba a colocarla de otra forma.
Siguió Chicogranada de rodillas, cuando levantó ...
... la cabeza tenía la boca y la barbilla algo enrojecidas y llenas de saliva. Ana permanecía con las piernas abiertas y con gemidos que se le escapaban, respirando con dificultad.
La dejé un tiempo para que recuperase algo la consciencia, después le pedí que se subiese a la cama y se pusiese boca abajo. Ella obedeció sin decir palabra, se tumbó con la cabeza de lado, boca abajo y con los ojos cerrados. Siguió así unos instantes más, tumbada con el tanga aun puesto. Chicogranada se incorporó, estaba de pie a mi lado, hizo ademan de bajarse otra vez el slip y le dije que no, no era el momento. Le indiqué que observase de pie sin hacer nada.
Me puse a los pies de la cama, separé las piernas de Ana, me agaché y fui besando la parte trasera e interna de sus muslos subiendo hasta llegar a sus nalgas. Pasé mi lengua primero por el contorno de una y luego por la otra, instantes después besé la tela del tanga que se perdía entre ellas.
Me ayudé de mis manos para separar los cachetes del culo y permitir que mi lengua siguiese bajando para llegar hasta donde fuese posible, pero así tumbada no es una postura cómoda para besar y jugar en su ano.
Me incorporé y le indiqué que levantase las caderas, la ayudé un poco a ponerse de rodillas, cuando lo hizo la imagen de tenerla así, esperando, con el culo levantado, el collar y el pecho colgando ante dos hombres era espectacular, pocas cosas he visto que mejores.
Puse las manos en sus caderas para bajar su tanga, lo bajé hasta sus ...