UNA NUEVA VECINA 3 - Relatos Eróticos

UNA NUEVA VECINA 3

... cuando te acaba dentro en la concha o el culo. ¡Es maravilloso! ¡Y la lechita en la boca es el placer total! ¡Es tan rica! Y lo hace siempre, cuando lo quieras. Le podés decir dónde querés que te la meta. ¡Cómo más ganas tengas! ¡Te da el gusto en todo!» «¿Querrá desvirgarme?» «¡Seguro que sí! ¡Tenés que insistir! ¡Te va a dar el gusto! ¡Dani es un amor!»
Desaparecí silenciosamente. Volví a salir. No quería que se enteraran que escuché semejantes “instrucciones”. Pero la cosa recién empezaba. Al día siguiente, viernes, a eso de las 9 de la mañana alguien toca el timbre. Eso era señal de que no era un habitué de mi casa. ¡Y me encontré con Efigenia en su uniforme escolar!
-¡Faltaste a la escuela!
-No, no…, bueno siii…, pero Aldi lo sabe…
-¿Y con eso?
-Le va a decir a la profe que estaba indispuesta…
-¿Y por qué faltaste? 
-Porque quería venir a verlo.
-¿Para qué? 
-Bueno…, Aldi me dijo… que…, bueno… ya lo sabe… 
-¿Qué tengo que saber?
-Que… bueno…, yo… quiero… que me desvirgue…
-¡Estás loca!
-¿Por qué? ¿Por qué no puede ser?
-No quiero que faltés a la escuela… ¡para qué te desvirgue! ¡Vaya ocurrencia!
-No, no, no es ocurrencia… ¡Quiero que usted me haga gozar como mujer!
-¿Por qué no venís a la tarde, con Aldana?
-Porque para esto… bueno… mi primera vez… quiero estar sola…, me da vergüenza…
-¿Te da vergüenza y venís a decirme que te desvirgue? ¿Estás loca?
-No, no, Dani por favor. Yo… lo quiero mucho. Y me dijo Aldi que usted lo haría y no tendría ...

... dolores.
-Mirá, tesoro. Vos sos preciosa, lindísima. No es que yo no quiera tener sexo con vos, no, todo lo contrario. Hacer el amor con vos debe ser lo más lindo del mundo. Sin duda sos hermosísima y muy deseable. Pero no quiero que faltés a la escuela para coger conmigo. ¿Entendés? Aldi te lo debe haber dicho, ¿no? Ella también me gusta mucho y…
-Sí, sí, lo sé. Me lo ha dicho. Le encanta hacer el amor con usted. Me lo ha dicho. Le gusta muchísimo. Por eso me dijo que viniera a buscarlo para que sea mi primera vez con un hombre. Me lo dijo. ¡Me va a gustar mucho!
-Si, seguro. ¡Jajaja! ¡Si ella lo dice!
-Yo le creo. – Efigenia me miraba anhelante.
-Bueno…, no exageremos. ¿Me prometés qué no faltarás más?
-Si, si, Dani. ¡Se lo prometo!
Estábamos sentados en el sofá de la sala de estar (“living” le decimos nosotros). Le pasé el brazo por el hombro y Efigenia se acurrucó en mi pecho. No sé si esta situación me gustaba demasiado. No porque no sea verdaderamente deseable. Lo que me molesta un poco…, como si rebajara mi condición de “hombre”, es… que sea tan fácil… Ella había venido a coger… ¡sólo quería eso! Pero…, vamos al grano. Ya había pasado como media hora desde que vino. ¡Si vamos a coger… pues hagámoslo! Tomé su carita y la besé. Nos besamos. Comenzamos el ascenso… hacia la calentura. Le abrí la boquita con la lengua. Respondió igual. Mientras nos besamos, metí mi mano bajo la pollera. ¡No tenía tanga! ¡Había venido preparada! ¡Buena “amiguita” de Aldana!
No comenté nada. ...