El ladrón lll
Fecha: 02/01/2023,
Categorías:
Transexuales
Tus Relatos
Autor: lilcsiss, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... bragas de encaje rojo y un vestido corto que combinaba.
—Es un baby doll, lo vi y supe que era perfecto para una putita como tú. ¿Te gusta?.
La verdad es que no sabía que contestar, no estaba seguro de querer usarlo pero también me excitaba saber que a él le gustaría verme con eso puesto.
—Sí, es perfecto. Gracias. — le contesté.
—Bueno, quítate toda la ropa y póntelo, después prepara algo de cenar que estoy muerdo de hambre.
Yo asentí con la cabeza y me comencé a desvestir en frente de él. Alan me miraba y se comenzaba a tocar la verga por encima del bóxer. Yo lo miraba y comencé a ponerme la ropa que me había comprado. Cuando terminé de vestirme me sentí un poco incomodo y bastante expuesto.
—Ufff te ves hermosa, date una vuelta por mi nena.
Yo hice lo que me dijo y escuché como me chiflaba y se me acercaba. Tomó una de mis manos y la puso sobre su verga dura. Me comencé a excitar al instante.
—Ahora ve a prepararme la cena que yo ya tengo la tuya lista.
Me sonrojé con el comentario y le dije que sí. El se rió y me dio una nalgada.
—Córrele que no quiero esperar. — dijo con una sonrisa en la cara.
Yo me fui rápido a la cocina y comencé a preparar algo para que cenara. Pasado un rato, escuché que se aceraba a mí, pero me mantuve concentrado en lo que estaba haciendo. De pronto, sentí que se ponía a mis espaldas , me agarraba de la cintura con una mano y con la otra me ofrecía un vaso. Yo lo tomé en una mano y desde la distancia ...
... pude percibir el olor del alcohol.
—Tómate esto— me dijo al oído.
Yo no estaba acostumbrado a tomar y mucho menos me gustaba, así que le dije.
—No me gusta beber— le contesté.
De pronto sentí que me recorría la ropa interior de la parte trasera y empezaba a meter sus dedos en mi ano. Me estremecí de la sensación de invasión desprevenida y mientras luchaba contra ello me dijo.
—No te pregunté si te gustaba. Dije que te lo tomes, y quiero que te lo tomes de a una.
Iba a contestarle algo pero me dio miedo y el sentir sus dedos jugando en mi orificio no me dejaba concentrarme. Tomé el vaso y me tomé todo el contenido. Sentí que me quemaba la garganta y los ojos comenzaron a lagrimear, pero aguanté la sensación hasta se me pasó. Él dejó de jugar con sus dedos, y me dijo.
—Así me gusta, te espero en la mesa.
—Sí, ya casi está la comida. — le contesté todo nervioso.
Alan se alejó y yo continué preparando la cena. Cuando hube terminado de cocinar, los efectos del alcohol ya habían comenzado a tener efecto en mí. Me sentía mareado pero alegre, y el nerviosismo que había sentido hace unos momentos se había desvanecido. Además mientras caminaba con la comida de Alan a la mesa, sentí como una determinación se apoderaba de mí.
Él me miraba con lujuría y a mí me encantaba verlo así. Dejé el plato en frente de él y le dije con un tono de voz suave.
—Disfruta tu comida, yo me encargo de lo demás.
—Espero que sepas hacer el resto de tu trabajo.— me ...