1. El ladrón lll


    Fecha: 02/01/2023, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: lilcsiss, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... ¿te gusta sentirte toda una mujercita?
    
    Ya no sentía ninguna pena así que le contesté sin dudarlo. 
    
    —Sii, me gusta mucho. 
    
    Él sonrió y continuó preguntando mientras tocaba todo mi cuerpo.  
    
    —Y ¿te gusta que sea tu macho?.
    
    —Claro que sí, es lo mejor que me ha pasado.— contesté y me reí un poco. 
    
    En esos momentos ya no era tan consciente de lo que decía y me estaba dejando llevar por la influencia del alcohol y las emociones. 
    
    —¿Y te gustaría que siga siendo así? ¿Qué harías para lograrlo?.
    
    —Sii, me encantaría. Me gusta complacerte y además estoy feliz contigo. Haría lo que fuera.—contesté intentando sonar lo más serio posible. 
    
    Él se rió y dijo.
    
    —Estamos muy borrachos los dos pero si te dijera que si firmas estas hojas, me pertenecerías para siempre, ¿lo harías?
    
    Me gustaba el juego que estaba haciendo así que decidí seguirle la corriente. 
    
    —Sin dudarlo, pásame una pluma. — le dije. 
    
    Él se rió y me pasó una pluma y yo firmé los supuestos papeles. Se veían como unos recibos. 
    
    —Me encantas—me dijo y empecé a sentir cómo su verga comenzaba ponerse dura. 
    
    —Bueno y ahora que te pertenezco que vas a hacer conmigo.— le dije con un tono travieso. 
    
    Hizo que me levantara de sus piernas y él se paró junto a mí. Vi que su verga estaba dura una vez más y estaba a punto de agacharme para comenzar a mamarla cuando me detuvo y me dijo. 
    
    —No. Vamos a la sala.
    
    Me fui por delante y Alan iba justo pegado a mí, ayudándome a que no me cayera por ...
    ... lo mareado del alcohol. Cuando estuve frente al sofá yo mirando al frente y él a mi espalda, sentí que me bajaba las bragas y me empujaba de manera que mi culo quedaba en su dirección y yo apoyado en el respaldo del sofá. En eso comencé a sentir una sensación húmeda en el ano y un pequeño cosquilleo, mi cerebro tardó en procesar lo que estaba sucediendo, Alan me estaba comiendo el culo. Apenas me atravesó el pensamiento cuando mi mente quedó en blanco y comencé a gemir de la sensación, la combinación del alcohol más la intensidad con la que Alan me estaba comiendo me había dejado sin posibilidad de procesar nada. De manera instintiva empujaba mi culo hacia él y aumentaba la intensidad. Mis gemidos aumentaron de volumen y él se detuvo un momento.
    
    —Cállate zorra, no quiero que escuchen los vecinos. — me dijo con un tono brusco. 
    
    Yo no quería que se detuviera así que me callé. 
    
    Siguió un rato comiéndome el culo, mientras me daba nalgadas y me jalaba el pene en su jaula de castigad. Se detuvo un momento en el que no supe qué pasaba y de pronto, abruptamente sentí que algo entraba en mi culo y me desgarraba. El dolor, la sensación de trance en la que estaba, y la fuerza de Alan que me mantenía donde estaba me impidió sacar su verga de mi interior. Poco a poco el dolor comenzó a disminuir y él comenzó a embestirme con fuerza. Más que gemir de placer, en ese momento quería gritar del dolor, pero me acordé de la amenaza de Alan y me sostuve de hacer cualquier sonido fuerte. ...
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