1. El ladrón lll


    Fecha: 02/01/2023, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: lilcsiss, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... contestó. 
    
    El comenzó a comer, mientras que yo con la valentía y excitación que me había proporcionado el alcohol, comencé a gatear por debajo de la mesa hasta que mi cara quedó en dirección de sus bóxers.
    
    Excitado acerqué mi rostro y comencé a oler su verga por encima de su ropa interior. Olía a una combinación de restos de orina, semen y sudor. Sorprendentemente me gustó el olor, más aún sabiendo que venía de él. Sentí como su verga empezaba a endurecerse en respuesta a mis movimientos y con mis manos le comencé a quitar el bóxer. En cuanto bajé lo suficiente la ropa, su verga dura saltó y me pegó en la cara acompañado con un intenso olor a orina y sudor. 
    
    Una vez más quedé hipnotizado con esa vista, y con el alcohol en mi sangre, más la necesidad que sentía por complacer a aquello frente a mis ojos, me lancé y comencé a darle ligeros besos en la punta, después poco a poco con mi lengua fui saboreando desde la hasta el tronco y finalmente sus huevos. Ahí me quedé un buen rato lamiendo aquel sabor que me había conquistado desde la primera vez. 
    
    Cuando estuve seguro que ya no había dejado ningún espacio sin probar, puse mi boca sobre la punta y comencé a meter toda su verga en mi boca. Empecé a meterla y sacarla ligeramente, hasta que escuché a Alan bufar ligeramente, con ese indicio continué el ritmo y en ocasiones aumentaba la velocidad. Me esforzaba por mantenerla lo más profundo que pudiera pero la falta de práctica todavía hacía que me dieran arcadas.  Aún ...
    ... así, mi determinación por complacerlo era más grande así que seguí el ritmo, me agarré de sus piernas y comencé a meterme más y más su verga en la boca. Sentía como se estremecía y me mantuve un buen rato hasta que lo escuché gruñir y sentir un cambio en sus movimientos. 
    
    Supuse que estaba a punto de venirse, así que me acomodé y recibí todo el chorro de su leche directo en mi boca. Tragué hasta la última gota y después limpié los restos directo de su verga. 
    
    —Ufff ha estado deliciosa la comida. Ven para acá nena. — dijo Alan. 
    
    Yo salí de debajo de la mesa me acomodé la ropa y me acerqué a él. Él seguía sentado con las piernas abiertas y su pene ligeramente dormido. En la mano traía dos vasos y me ofreció uno. Lo tomé y vi que era más alcohol.
    
    —Un brindis por la putita más eficiente del mundo.—dijo Alan con una sonrisa. 
    
    Probablemente no era buena idea tomar más alcohol pero después de la euforia de lo que acababa de suceder no lo pensé mucho.
    
    —Salud.— contesté y me tomé todo el vaso y él el suyo. Sentí nuevamente aquella sensación incómoda en la garganta y después de unos segundos empecé a sentir que todo me daba vueltas. 
    
    —Ey ey ey, tranquila nena, no te vayas a caer en el piso. ¿Por qué no te sientas aquí?— dijo y me señaló sus piernas. 
    
    Yo con el alcohol en la sangre y con la excitación, claro que no me iba a negar algo así. Me senté sobre su regazo y me agarré de sus hombros. Él comenzó a acariciarme las piernas mientras me preguntaba.  
    
    —Dime, ...
«1234...7»