LA MAMA TIENE EXPERIENCIA
Fecha: 02/01/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... ¡Se veía tan linda!
-Dale, besá, besala mucho…
Yo besaba y besaba. ¡Me empezó a gustar!
-Dale, abrí la boquita. – Carlos me acariciaba la cabeza.
Me metió el pito en la boca, un poquito, la cabezota nomás, el resto no me entraba.
-Pasale la lengua…
Era rica. Me gustaba.
-Andá tragando, como si fuera un helado. ¡Chupala!”
Yo hacía lo que él me decía… ¡y cada vez me gustaba más! No por el sabor, sino por lo lindo que se sentía tener ese pedazo de carne en la boca. ¡Era lindo, riquísimo!
-¡Y no te dejó de gustar, nunca! – Me reía mientras la azuzaba. Alcira también reía,
-¡Jajaja! ¡Nunca me dejó de gustar! ¡Pero la cosa no terminó allí! Te sigo contando.
“Yo chupaba con muchísimo placer. Carlos se había tirado hacia atrás, contra el respaldo del sofá. Estaba totalmente relajado, gozando más que yo. Me acariciaba la cabeza y gemía de placer. Por supuesto que todo esto que te digo lo aprendí más adelante, cuando él mismo me lo dijo. Ahora, para mí, era todo placer, sin saber por qué.
-¡Ay nena! ¡Qué lindo! ¡Qué rico que lo hacés! ¡Qué hermoso qué mamás!
-¿Te mmmmmm bummmmsta? – Levanté la cabeza y sin sacármela de la boca le pregunté.
-¡Si, mucho, mucho! No imaginé que lo harías también… ¡BARBAROOOOO!”
Cuando gritó, yo sentí que el pito tembló, se sacudió. Me apretó la cabeza contra él. ¡Y me llenó la boca de un líquido tibio y pastoso! Un gusto raro, medio saladito, medio ácido… No sé. Raro, pero no fue…, bueno, ya lo sabés. Con el tiempo me llegó a gustar ...
... una barbaridad…, y a tragármela toda! ¡Jajaja! ¡Pero ninguna tan rica como la tuya!
-¡Jajaja! ¡Qué mentirosa! ¡Las que habrás tragado!
-¡Si! ¡Muchas! ¡Pero la tuya es la más rica! ¡La verdad!
-¡Me hubiera gustado ser el Carlos de aquella época!
-¡Pero me tenés ahora! - ¡No dejaba de ser Alcira!
Alcira me contaba su primera experiencia sexual. ¡Tremendamente voluptuosa! No dejaba de acariciarme, besarme, chuparme. Hablaba con sus labios, su lengua y sus manos… ¡siempre ocupadas!
-Tesoro, me calentaste un montón. Vení, sentate sobre mi cara. – Hubiera preferido que me la chupara…, pero eso le impediría seguir contando.- ¡Quiero chuparte! Vos seguí contando.
-Si papayín, lo que quieras… - Y se acomodó sobre mi cara, justo con la concha sobre mi boca. Empecé a lamer inmediatamente. Alcira se inclinó y me pajeaba al mismo tiempo que mis lamidas. – Bueno, te sigo contando.
“Luego que acabó en mi boca, Carlos me dijo que tragara si quería…
-Podés tragar, no pasa nada. Si no querés, escupí. Hacé como quieras…
Yo tragué un poquito, no podía hacer otra cosa para respirar, el resto lo escupí. Me cayó sobre el pecho. Carlos me acarició las tetitas, o lo que parecía que alguna vez serían tetas, con esa cremita que me había puesto en la boca. Era muy suave.
-Pasate vos la mano, con la lechita. – Carlos me puso una mano sobre unos chorritos de leche y me hizo acariciarme. Se sentía muy lindo. Era una cremita muy suave. Estuvimos un ratito haciendo eso y me dijo que fuera a ...