1. Carmen descubre al culpable del chocho desflorado de mis hermanas


    Fecha: 16/09/2018, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... instante únicamente se limitó a mirar, estaba a centímetros y talvez mirar le resultara algo morboso. Lily no dejaba de pasar la lengua por todo el rabo, lo sostenía por el tronco y mientras lo chupaba su mano se movía en una pequeña paja. En sus ojos podía verse que indirectamente estaba invitando a su amiga a imitarla en lo que hacía. Quizá así lo entendió Carmen, porque su boca se fue acercando hasta casi rosar el glande de mi hermano. Desde donde yo estaba, no pude evitarlo y mi verga se reveló ante mis deseos, loca de excitación empezó a crecer sin importarle el agua fría que corría sobre ella. Estaba empalmado, y así empalmado caminé hacia donde estaban mis perversos hermanos con Carmen. Beatriz me vio y llegar, una mirada a mi pito fue suficiente para ella para saber lo que yo necesitaba. Tomó mi tronco entre sus manos y me llevo hacia al borde de la poza, ahí golosa empezó chupármela como toda la experta que era. Pude ver cuándo mi hermano puso a Lily a cuatro sosteniéndose de aquella roca que servía de presa al remanso del arroyo, Carmen junto a ellos fue testigo de cómo aquellos catorce centímetros desaparecieron a la primera embestida. Creo que era ahora cuando por fin tenía la respuesta del porque lo tenía desflorado, debía suponer que no era la primera vez. Porque una vagina una no se come una verga con tanta finalidad. Debía estarle ganando el morbo, la expresión de su rostro había cambiado. Sus ojos brillaban de una forma que no era usual en ella, por instantes ...
    ... miraba a Lily como si tuviera envidia. También miraba a Beatriz, a mi. Adivine que era el momento, sabía que era hoy o nunca, yo había visto sus ojos coquetos mirándome antes de ahora. Dice Carmen que le gustas – había dicho Lily. - Carmen ¿Quieres mamármela? La pregunta fue tan directa que no tuvo tiempo de responder, con Beatriz de la mano caminé hasta donde estaba ella. No pudo resistencia, se agachó hasta quedar con mi moco de elefante entre sus manos. Lo palpo mientras lo veía fijamente. Parecía como si estuviese calculando, talvez en su interior dedujera que tenía ante si al verdadero culpable de los desflorados chochos de mis hermanas. Si llego a esa conclusión no dijo nada, agarrando mi verga por el tronco se metió el glande a la boca. Su caliente cavidad era algo tan rico que me hizo levantar la cabeza hacia arriba. Pude sentir las manos de Beatriz rodeándome por atrás, me acariciaba mientras aquella vecina se atragantaba con lo que a ella la había hecho feliz por años. Incluso le ayudaba sosteniendo mi verga y luego se la daba o la golpeaba suavemente en sus mejillas. - Vamos a la casa – dijo Beatriz. Evidentemente Carmen era la única que no sabía a qué se refería mi hermana. Mi hermano y Lily lo supieron en el acto, tanto que dejaron de follar y uno tras el otro salieron del agua. Carmen confundida se limitó a imitarnos, tomamos nuestras ropas y con ella en las manos empezamos a subir por aquella resbaladiza vereda que llegaba hasta nuestra casa de campo. Entramos ...
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