UNA GRAN FAMILIA - Relatos Eróticos

UNA GRAN FAMILIA

... presente la alegría.
Los cuatro nos encaminados al dormitorio, encabezados por Clara, seguida por las nenas, y yo al final, llevado desde la mano por Aldi. ¡Una gran familia!
-Acostate tesoro. - Clara guiaba las acciones.
Me acosté boca arriba, con la pija súper dura y parada, tal como me la había dejado la nena, gracias a su “limpieza”.
-Ustedes tranqui. Ahora me toca a mí. – Clara seguía manejando las acciones.
Se montó sin dudar y se ensartó por el culo. Su cabalgata, con las sacudidas de las hermosas y opíparas tetas era una maravilla. 
-¿Me subo a tu cara, papi? - Aldi estaba ansiosa.
-No, mi amor. Ahora no. Quiero respirar y dedicarme a Mami. ¡Se lo merece!
-Papi tiene razón. Jueguen entre ustedes un poquito. Ya les tocará…, bueno, más bien… ¡ya se las meterá! ¡Jajaja! Además hace cinco minutos ustedes la tenían clavada. ¡Ahora déjenme gozar a mí!
	Y así estábamos: ¡zaca! ¡zaca! ¡zaca! El golpeteo de mi ingle contra el culo de Clara era pura música…
-¡Ay Dios, papi! ¡Qué lindo es esto! – Clara reía encantada mientras cabalgaba. – Hace varios meses que hacemos esto… ¡pero cada vez me gusta más! 
Le agarré las tetas, no para que no se sacudieran…, sino porque es hermoso tenerlas en las manos.
-¡Ay! ¡Ay! ¡Así Daniiii! - Clara se estremeció y tuvo su primer orgasmo de la noche.
-¡Mamimamimamiiii! ¡Dejame que te la chupe!- Aldi seguía insistiendo.
-No Aldi. Yo se la voy a chupar. – Desde esta mañana que no tenía sus juguitos en mi boca. ¡Ya tenía síndrome de ...

... abstinencia!
Clara se desensartó y se acostó boca arriba, con las piernas levantadas y abiertas. ¡Me estaba esperando para el juego combinado! Me arrodillé entre sus piernas, y chupé hasta quedar sin respiración. ¡Riquísima como siempre! Por suerte yo todavía no había acabado por lo cual seguía al palo. Comencé la penetración alternativa. ¡Pija-concha! ¡Pija-culo! ¡Una y otra vez! ¡Más y más bombeo! ¡Arriba y abajo! Inclinado sobre ella amasaba sus tetas. Clarita me miraba con una sonrisa angelical y libidinosa. Las nenas estaban a nuestro lado haciendo un calenturiento 69. Mientras chupaban ardientemente. ¡Concha y culo! ¡Culo y concha! ¡Y miraban de reojo como cogíamos con Mami!
-¡Ay papi! ¡Papito! ¡ACABOOOOO!
-¡Qué bueno! – Yo estaba tan contento como ella: ¡todavía tenía pija para las nenas!
-¡Siiii! ¡Ya voy por el segundo! ¡No voy a parar! 
-¿No te parece que intervengan las nenas?
-Si…, clarooo… - Clarita decía que si…, pero sin demasiado entusiasmo. ¡Quería seguir ella!
	Aldana, como estaba sobre la hermana, en el 69, fue la primera favorecida. Me acomodé y le fui introduciendo la pija. Todavía tenía el primitivo lubricante, y mi pija estaba súper enchastrada por los jugos de Mami. Me monté, apoyándome en mis rodillas para no pesarle tanto a Clarisa, y comencé el bombeo. Clarisa lamía mis testículos, además de insistir con la concha de la hermanita. Yo aguantando, me apretaba todo lo que podía la base del tronco, por lo menos hasta el orgasmo de Aldi. Mami miraba ...