1. UNA GRAN FAMILIA 2


    Fecha: 09/02/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... noté que estaba casi sin jugos le pedí que se levantara.
    -¿Me la das por la conchita, papito? 
    -Claro, mi amor.
    Se sentó sobre uno de los mullidos apoyabrazos de sillón. Abrió bien las piernas y me recibió. El mete y saca fue casi furioso. Acaricié sus tetas, le mordisqueé los pezones. Sus piernas ahogaban mi cintura. ¡Nuestras lenguas se convirtieron en víboras! Y retomó al orgasmo.
    -¡MMMMMMHHHAAA! ¡MMMMMAAAHHHH! ¡DIOOOOS! – Clarisa no solamente era hermosísima. ¡Era una máquina de coger! Por eso lo hacía cada día con alguno de sus “novios”.
    	Nos quedamos abrazados, jadeando al unísono. Su cabeza sobre mi hombro, dándome suaves y dulces besitos. Yo acariciaba su espalda, su cuello, sus glúteos. Si alguien me hubiera ofrecido el resto de las mujeres del mundo, lo habría rechazado totalmente. ¡Clarisa es única!
    Sentí la urgencia de mis testículos. ¡Estaba a punto! Y se la saqué. Ella lo entendió. Se arrodilló frente a mí, y se la metió en la boca. Su fabulosa mamada fue definitiva… ¡a los quince segundos le estaba llenando la boca de semen!
    -Mmmmmmmmmmm… ¡Qué… riiicooo! Mmmmmmmm. - Tragó todo relamiéndose los labios. - ¡Que exquisita es tu lechita papito…!
    -Me alegra mucho que te guste…
    -Cada vez me gusta más…, y más y más… Las voy a convencer a Mami y a Aldi que me la des de postre luego de cada comida… ¡Jajaja! - Me besó transfiriendo algo de esperma a mi boca. ¡También me gustaba! 
    -Bueno, tesoro, tenemos que trabajar…
    -No, no. Todavía tenemos más…
    -¿Qué ...
    ... cosa?
    -Quiero que me hagás pis en la boca…
    -¿Cómo a Aldi?
    -Claro. Si se lo hiciste a ella ¿por qué no a mí?
    -Bueno…, pero vos también…
    -Claro, por supuesto…
    -¿Cómo te querés poner? 
    -Vamos a la cocina. Si mojamos el piso, es más fácil limpiar.
    Fuimos a la cocina. Clarisa se sentó en el suelo contra el bajo mesada. Me pajeó un poco y la agarró. 
    -Dale tesoro. ¡Dame todo el pis!
    Le acaricié el rostro con la pija, las mejillas, los ojos, varias veces en los labios.
    -Ya va…, abrí bien la boca. – Clarisa me la agarró para guiarla, y comencé a orinar.
    Casi un minuto…, o más, tal vez. Lo tragaba todo. Cuando se le llenaba la boca, me apretaba la base del tronco, como yo le había enseñado en otra oportunidad, y la soltaba en cuanto tragaba. Así varias veces.
    -¡Riquísimo papi! ¡Ahora me toca a mí! – Me señaló el piso. Me acosté. Clarisa no necesitaba explicaciones. Se colocó sobre mi boca, doblo las rodillas y se agachó. Su orín empezó a caer sobre mi boca. Pero no es tan fácil orientar la meada de una mujer. Puede salir para cualquier lado.
    -¡Jajaja! ¿Va bien papito?
    -Muy bien…, aunque se desperdicia bastante…
    -¡Jajaja! ¡Te daré todo lo que salga!
    Estuvo cerca de dos minutos meando sobre mi boca…y ojos… y cara…
    -¡Jajaja! Ahora sí que habrá que limpiar. – Quedamos contentos y rebosantes de felicidad.
    -¿No es esto demasiada perversión?
    -Para nada tesoro. Somos lujuriosos, pero no pervertidos.
    -¿Lo hiciste antes? – Clarisa quería saber…
    -¿Qué cosa?
    -Orinar en la ...
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