1. UNA GRAN FAMILIA 2


    Fecha: 09/02/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... de llenarte.
    -No me importa. Igual la “necesito” dura. - Se irguió. Tomó un pomo de lubricante que estaba en un cajoncito de la alacena, se untó el culo y sentó en mi falda, de espalda. Ubicó el glande en el ano…, y se sentó de una…, hasta el fondo.		
    -¿Por qué estaba ese gel en el cajón?
    -Mami puso lubricante en todas partes, para tenerlo siempre a mano.
    -¡Jajaja! ¡Qué previsora!
    -Por supuesto. ¡Ya sabés que pasa cuando estás vos!
    -¡Yo no te dije que te la enterraras!
    -Ya lo sé. La culpa no es tuya. Cuando andás cerca, todas tenemos ganas de tenerte dentro. Así que hay que tener todo listo.
    -Pero no siempre puedo…
    -No importa. Mientras se te ponga dura nos la podemos meter…, nada más que para sentirte. ¡Eso nos gusta siempre! – Mientras hablaba Clarisa se movía suavemente, hacia arriba, hacia abajo, a los costados, en círculo. ¡Con las piernas y las caderas hacía milagros! Cabalgando despacito. Yo le agarré las soberanas tetas. Algo tan lindo no me lo iba a perder…
    -¿Ves papito? ¡Qué lindo es esperar así! Aprovechamos todo el tiempo para gozar.
    -Si, nena, está bien…, pero ya debe estar el café…
    -Lo voy a servir. - Se desensartó y fue a buscar la cafetera. Mi pija quedó húmeda y erguida. Sirvió el café en las tazas. Venía hacia mí. Miró mi entrepierna y sonrió.
    -No mi amor, ahora no.
    -¿Por qué?
    -Tengo miedo de quemarte. Un mal movimiento con la taza y te quemo. No quiero eso.
    -¡Uy! ¡Qué lástima! No me di cuenta. La próxima vez hago leche fría con cacao. ...
    ... Así no hay peligro. ¡Jajaja!
    Nos reímos y nos sentamos lado a lado. Clarisa me alcanzó las tostadas y el café. Entre mordisco y mordisco, sorbo y sorbo, nos acariciamos y besamos. Ella me acariciaba la pija y luego se chupaba los dedos, mirándome sonriente. Copié sus intenciones. Le metía los dedos en la concha y repetía sus movimientos, chupando, sonriendo y dándole besos.
    	Concluimos con el desayuno…, aunque no con las caricias.
    -Mi amor…, me voy a bañar. Tengo que ir a la obra…
    -¿Nos bañamos juntos, papito?
    -Bueno…, pero no podremos “perder tiempo”…
    -¡Jajaja! Me “portaré bien”…
    	Fuimos…, tomados de la mano. Clarisa no “aflojaría” tan fácil.
    	Regulamos la temperatura del agua y nos introducimos en la bañera. Yo hubiera preferido el pediluvio, para una ducha rápida. Clarisa no lo quería así. Prefería la bañera… para sentarse encima…, con el agua…, por lo menos, hasta sus tetas. Era lo clásico. ¡Lo que quería cada vez que nos bañamos juntos! Bueno…, Mami y Aldi también lo querían así. ¡Si no había una buena penetración no había un buen baño!
    	Cuando la tengo bien enterrada en el culo de la nena, enjabono todo su cuerpo, de adelante y en la espalda, las piernas, los muslos, el pubis, la concha y adyacencias, con dedos dentro de la vulva. Ella se movía y acomodaba su cuerpo para facilitarme la tarea, hasta que llegaba el momento de la excitación. Allí cabalgaba todo lo posible hasta llegar al orgasmo. Cuando acabó se recostó contra mí, girando la cabeza y besándome ...
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