Entre-acto: Moribunda
Fecha: 18/09/2018,
Categorías:
No Consentido
Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
... como la diste de beber, y antes de marcharnos volví a mirar su rostro, seguía mirando a la ventana con ese gesto tranquilo, sosegado y ese atisbo de sonrisa -, la corté.
Esperaba a la muerte con tranquilidad, no fui falso, como tampoco el beso, ella lo anhelaba, era algo parecido a una asignatura pendiente, con el amor que había despreciado de ese hombre, que la amó sin ser correspondido y lo peor, torturado por ella.
-¿Qué es el amor verdadero? – Preguntó como si pensara las palabras – Yo nunca me enamoré, si había chicos que me gustaban, pero siempre querían meterme mano, sin conocerme de nada, chulos de mierda, eso son.
Medité la pregunta, yo no era el más indicado para responder. Mis no sé qué, tampoco sé de donde viene todo.
-Sostengo la teoría de que solo te puedes enamorar una sola vez, piensa que va unido al sexo, y piensa la primera vez, cuando te desfloraron, es una sola vez, no haya dos, por eso precisamente afirmo y aseguro que el amor, esa conjunción de las dos áureas es brillante una sola vez, la primera y si sigue a tu lado, se mantendrá pero irá perdiendo fuerza, le llamo cansancio de material, es decir, al amor hay que alimentarle, es como el fuego que te calienta, añades ramitas para mantener esa llama y, -
Ruido de llave en la puerta de entrada, me miró abriendo mucho los ojos y luego desviándola hacia la puerta de entrada del salón.
-¿Ya has regresado? – Se detuvo en la puerta del salón, sonrió y añadió - ¡Esta vez traes botín! ¿Dónde ...
... la has capturado?
Y me abrazó mirándola por encima de mi hombro. Rompí el abrazo y las presenté.
-Lidia, te presento a Mabel, ex Sor Mabel y Mabel te presento a Lidia, vecina de enfrente y amiga.
Se abrazaron con el clásico mua mua de las mujeres y me miraron.
-¿La has secuestrado de su convento? – Preguntó riendo.
-No, ella quiso marchase, es una corta historia.
-He pensado que cenareis en casa, voy a preparar el horno, por tanto en una hora os espero y ya me contareis, esto no ocurre todos los días.
Y de nuevo nos quedamos solos, su mirada había cambiado, era especulativa.
-Te la tiras, sin duda – Aseveró.
-No exactamente, es una buena tía, profesora de universidad, música es su especialidad, humanista donde las haya, su vasta cultura me sobrepasa y es muy comprensiva, y si, hay cama por en medio, pero no como piensas.
-Seguramente ahora, en estos momentos esté decepcionada, soy mucho más joven que ella, puede que piense que ha llegado el momento de sustituirla ¿Traes amigas?
-Casi nunca, solo en casos complicados y no me controla, nuestras vidas están separadas, tampoco hay reglas entre nosotros, cuando le apetece un polvo, me lo dice y nada de frustraciones, yo también la requiero.
Miró a la pantalla oscura de la tele, se veía reflejada.
-Debes ducharte, hueles a hospital, y luego iremos a cenar, es buena cocinera, he pensado ponerte en sus manos, necesitas ropa calzado y sobre todo consejos, es una buena tía y lo comprobarás por ti ...