1. La historia de Claudia (2)


    Fecha: 20/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Claudia siguió entregándose durante un tiempo a sus prácticas de spankee con la mucama a espaldas de su madre, hasta que sorpresivamente y sin explicación alguna, la señora despidió a Blanca.
    
    -Estoy segura de que mamá algo sospechó y por eso hizo que se fuera. –se decía Claudia a menudo lamentando que la mutua imprevisión la privara de toda posibilidad de encontrar a Blanca.
    
    A partir de ese momento vivió varios años muy duros, sin nadie que le calentara el culo cuando se portaba mal. La imagen de Blanca estaba todo el tiempo en su mente.
    
    En los últimos tiempos, la mucama había dado rienda suelta a su naturaleza profunda y no sólo la azotaba, sino que además la tenía dominada.
    
    Cada vez que entraba al cuarto de la joven ésta debía saludarla de rodillas besándole la mano, gesto que causaba en la mucama una intensa satisfacción.
    
    En la intimidad, Claudia estaba obligada a llamarla Señora Blanca, no podía mirarla a los ojos y tampoco hablar sin pedirle permiso.
    
    Todas estas imposiciones le habían revelado a la joven su condición de sumisa y cuando tras el despido de la mucama ya no tuvo a quien obedecer, porque su madre había abandonado definitivamente la pretensión de dominarla y corregirla, se encontró en medio de la desolación más absoluta. Pero el azar vino una tarde en su auxilio. Ocurrió que Claudia se encontró en la calle con una amiga que conocía a Blanca y a la que le contó que su madre la había despedido sin razones aparentes.
    
    -En verdad me gustaría ...
    ... pedirle disculpas por lo que hizo mamá tan injustamente ¿sabés?, pero no tengo cómo ubicarla.
    
    -No te preocupes, Clau. –fue la respuesta. -yo tengo su teléfono.
    
    Claudia anotó el número, se despidió con el corazón alborotado y al llegar a su casa llamó a la ex mucama. Al escuchar su voz sintió que las mejillas le ardían y respirando agitadamente le dijo:
    
    -Hola, Blanca, te habla Claudia, yo quería pedirte disculpas por...
    
    -Señora Blanca. –corrigió la ex mucama. –Olvidaste como debés tratarme ¿eh, mocosa insolente? Se nota que hace tiempo que no te caliento el culo.
    
    -Sí, sí, perdón, Señora, es que... bueno, como le decía, yo quiero pedirle disculpas por lo que le hizo mamá sin ningún motivo.
    
    -¿Y cómo pensás que puede remediarse eso?
    
    -Bueno, yo... yo estoy dispuesta a.… a hacer lo que usted quiera...
    
    Al escucharla, Blanca respiró hondo y agradeció a la suerte que ponía otra vez a su disposición un bocado tan delicioso. Se le hizo agua la boca y volvió a verla corcoveando y gimiendo sobre sus rodillas, suplicando en vano, frotándose llorosa las nalgas enrojecidas después de la paliza.
    
    -Pasaron tres años. –le dijo. -¿Qué haces ahora, seguís estudiando?
    
    -No, abandoné, ahora trabajo. –le explicó Claudia. –Soy productora comercial en una radio. ¿Y usted?
    
    -Yo estoy muy bien, mi esposo tuvo un ascenso en su trabajo y gana un muy buen sueldo, así que ya no tengo que fregar trapos ajenos ni aguantar que me humillen como lo hacía tu madre por unas monedas ...
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