RELATO 1 DESCUBRIENDO LA NIÑA INTERIOR
Fecha: 16/03/2023,
Categorías:
Transexuales
Tus Relatos
Autor: soylalola, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... noche pensando e ideando que haría ante cualquier situación, mi juvenil cabeza se había llenado de un deseo que no comprendía aún, pero que me gustaba. El lechero me entregó la jarra y yo deliberadamente hice el ademan de haberla sujetado mal como excusa para poder ponerla en el piso bruscamente, ese movimiento me permitió inclinar mi cuerpo y sentí como la pantaloneta que me había subido deliberadamente se encajaba en medio de mis nalgas y las separaba; así, con mi cuerpo inclinado y mi trasero en alto, giré mi cabeza y encontré los ojos del lechero clavados en mis nalgas; sentí como si un rayo subiera desde mi trasero, pasara por toda la columna y llegara al cerebro para estallar, fue la primera vez que vi el deseo en los ojos de un hombre mirándome. Intenté sonreírle, pero no supe si lo logré, me enderecé deliberadamente lento y sentí como la tela de mi pantaloneta permanecía metida entre las nalgas; sin voltear para que pudiera seguir viendo mis nalgas le di las gracias y un “hasta luego”, pero el tipo no se movía.
Voltee para quedar frente a él y le cogí la mano preguntándole “¿le pasaba algo?”, con un balbuceo me dijo “nada señorita”, apreté su mano y le dije “hasta mañana”; me agache nuevamente para levantar la jarra y mostrarle de nuevo mi culo, entré, cerré la puerta y sonreí por el resto del día; había comprobado que parecía una mujer y podía ser una.
Un mundo de experiencias se abrió para mí; debo resaltar la templanza de ese señor, porque por varios años le ...
... hice la vida muy dura o muy alegre, no sé; me empeñé en tentarlo cada día y el disfrutaba de eso, pero tardo mucho tiempo para decidirse a propasarse conmigo, por largos años lo intenté, lo hice rozar mis nalgas y mis pequeñas tetas en varias ocasiones, pero siempre respondía disculpándose.
Durante mucho tiempo y gracias al papel preponderante de las mujeres en mi familia, tuve acceso a vestuario, maquillaje, zapatos y lo más importante, escuchaba las conversaciones femeninas que me daban mucha y variada información. Nunca dudé en aprovechar los momentos de soledad para ataviarme con esas prendas y jugar a ser toda una mujer, pero siempre a solas, pero eso habría de cambiar.
Un sábado tomé la decisión de exhibirme por primera vez vestido de mujer; aproveché que mi hermana tomaba clases de inglés en la mañana, mis padres trabajaban toda la mañana y mi abuela se iba al mercado, por lo que quedaba totalmente solo en la casa. Sabiendo la escena diaria con mi tentación secreta, me puse unos zapatos de mi hermana con un pequeño tacón, una faldita corta de pliegues en tela escocesa que estaba muy de moda en esa época y una blusa de seda blanca, aproveché su brillo de labios y un poquito de rubor; de ropa interior me puse un sostén acostumbrador y unos pantys muy bonitos; me dispuse a esperar al señor de la leche.
Llego tan puntual como siempre y cuando le abrí la puerta casi se desmaya, sus ojos saltaron a mis piernas y me dijo “ay señorita, como está de linda”, yo le respondí ...