1. LAS NENAS DE MAMI


    Fecha: 28/03/2023, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Era fácil. Yo tenía el viejo pantaloncito de futbol, con las piernas tan anchas que todo podía salir por ella. Y sin bóxer. Clarisa metió la mano y la expuso morcillona. Unos besitos, dulces y húmedas lamidas, la lengüita en el agujerito de la uretra. La pija iba creciendo poquito a poco.
    Gloriosa felatio de una genia de la mamada… ¡Cómo no se le iba a parar a Charly! ¡No había más remedio! Con una manito me pajeaba, con la otra acariciaba los huevos. La metió hasta el fondo. ¡Hasta la garganta llegaba! ¡Es el paraíso! Clarisa es un ángel en la mamada. Nada tan dulce, suave y cariñosa, con una sonrisa de amor total. ¡Qué cosa hermosa!
    -¡Hummmmmm! – Clarisa me miraba a los ojos. 
    No había manera de aguantar, de hacerla larga. ¡Qué ganas! Sentí como se estremeció la pija.
    -¡VAAA! - Cinco o seis chorros llegaron hasta el fondo de la garganta. Ella no dejaba de sonreír, tragando despacito, saboreándola toda. ¡Genial! Me la limpió en toda su longitud, y la llenó de besos. 
    -¡Qué rica papayín! Ahora si puedo ir a dormir.
    -No, no. ¡Esperá! - No me pude contener. ¡No podía quedar así!
    -Subite al escritorio, nena. - Corrimos algunas cosas y Clarisa se acostó de espaldas sobre la tabla. Sabía cómo venía la mano. Le saqué la tanga y abrió las piernas. ¡Es tan linda! ¡Esos gorditos labios externos! Lamí y metí mi lengua entre los pliegues de la conchita. La acaricié de abajo arriba, la lengua hasta el fondo. Cuando llegué al clítoris, el estremecimiento fue de Clarisa y me ...
    ... bañó la cara con sus exquisitos juguitos. Lamí y lamí hasta dejarla limpita.
    -Ahora sí te podés ir a dormir…
    -¡No te olvidés que me debés una! 
    -¿Qué cosa? – Me sorprendió.
    -¡Un día completo conmigo! Estuviste con Mami, con Aldi, hasta con Efi y la mamá y a mí no me tocó nunca. ¡Todo un día y toda una noche!
    -En tres o cuatro semanas se vuelven a casa. Luego estoy solo. Podés venir cuando quieras.
    -No quiero esperar un mes. ¡Lo quiero ahora! – Clarisa se volvió exigente.
    -¿Cuándo no vas a la facu?
    -El martes…
    -Bueno. Lo hacemos el martes, desde la mañana hasta el miércoles…
    -No. Lo quiero desde el oscurecer del lunes, hasta el amanecer del miércoles… ¡dos noches y un día!
    Aunque parezca mentira…, a mí me parece mentira…, a eso de las tres de la tarde había terminado todo el cálculo. Habían venido a almorzar Aldana y Clara. Al ver a Clarisa durmiendo el comentario de Mami fue categórico: «¡esta se pasó la noche cogiendo!» Cuando Clara volvió al kiosco, vino Laura. Clarisa seguía durmiendo. 
    Ni tiempo de prestarles atención. Me bañé, me vestí y salí corriendo hacia la obra. Ya sin nervios ni apuro, volví a casa. Aldi estaba haciendo las tareas en mi “oficina”. No la molesté. Yo estaba tranquilo. 
    -Papi, papito. – La nena me vino a buscar. Yo estaba en la sala viendo tv. - ¿Nos acostamos un poquito?
    -En mi cama está Clarisa.
    -Si, ya sé. Vamos a la cama de ella. Dormimos un poquito… ¿no te parece? 
    -Está bien. Si vos querés… - Aldana nunca estaba para ser ...
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