LAS NENAS DE MAMI - Relatos Eróticos

LAS NENAS DE MAMI

... temblaba. Sus tetas vibraban, estaba lista. Se sacudió tremendamente. Le apreté las tetas para que no se “escurriera” y le llenó a Clarisa la cara de fluidos. Ésta estaba totalmente al tanto, así que sus lamidas se intensificaron y absorbió todo los jugos de la hermanita menor.
Luego de su orgasmo cambiamos. Aldi se colocó en cuatro y volví a su culo…, bien al fondo. Montado sobre su grupa…, ahora el mete y saca lo hacía yo. Ella me acompañaba con el movimiento de sus caderas.
Yo sentía que iba a acabar. Pero no quería, para poder metérsela antes a Clarisa. Y acabarles en la boca a ambas, aunque Aldi la prefiera en el culo. Eso les gusta mucho. Esperé a que Aldi tuviera un nuevo orgasmo. Cuando estaba satisfecha, por lo menos así creía yo, se la saqué y le pedí a Clarisa que se pusiera en su lugar…
-¿Por qué no vamos a tu cama? Es más cómoda. – La hermana mayor no perdía su “racionalidad”.
-Está bien, vamos para hallá. 
Las tomé de los hombros, sobándole una teta a cada una, y nos cambiamos de habitación. Rápidamente Clarisa se acomodó en cuatro en el borde, y se la clavé sin más trámite, pero esta vez en la concha. Comencé el bombeo. Aldi se acomodó bajo su hermana  para que ésta se la chupara. Clarisa lo hizo sin demora. Estuvimos un buen rato dale que te dale. Ellas se alentaban mutuamente. Y a mí también. 
-¡No te olvidés que quiero que me llenes el culo! – Aldana no olvidaba su deseo.
-¡Dale papi! ¡Dale bien adentro! ¡Jajaja! – Clarisa insistía para ver si ...

... conseguía mi acabada. -¡Y vos no dejés de chupar! - Eran las indicaciones de Aldi. No me gustaba mucho la competencia de las hermanas, pero sabía que Aldi tenía prioridad. 
Clarisa no podía gemir demasiado. Tenía la boca muy ocupada. Era Aldi la que gritaba.
-¡Si así! ¡Asiiiii Clari! ¡Acaboooo!
-Sííí! ¡Yo también! - Clarisa se mandó tremendo orgasmo. ¡El elíxir chorreaba por sus muslos!
Se la saqué. Dada la exigencia de Aldi no quería defraudarla. Le pedí que se pusiera en el borde. Se la metí y bombee hasta mi propia eyaculación. Cuando se puso fláccida se la saqué y Clarisa inmediatamente se puso a chupar. Pero ella no era egoísta y quería mucho a su hermanita. Así que guardó algo para Aldana. Al final las dos saborearon mí semen. Nos quedamos dormitando los tres. Como a la hora me pareció que yo estaba a punto para una nueva acabada, me puse de rodillas en la cama frente a ellas.
-¡Apréstense a mamar! ¡Hay para las dos! – No dudaron un instante. Se arrodillaron frente a mí. 
Clarisa exhibía sus habilidades como nunca. Quería ser mejor que la hermana. Tragaba hasta el fondo y la sacaba para lamer el glande. Pero Aldi no se quedó atrás. Mientras la pija estaba totalmente devorada por Clari, ella se dedicaba a los testículos. Uno a uno lo metía en su boca y succionaba. Mi pija era disputada por dos hermosísimas mujeres. Tenía que hacer mucha fuerza para contenerme. No quería que terminara tan pronto. La cantidad de saliva producía un ¡plof! ¡plof! encantador cuando la sacaban ...