LA pandemia cambio mi vida - Relatos Eróticos

LA pandemia cambio mi vida

... mis ojos y me dice “¿Cómo me veo? Yo estoy flipando flores, mi cara me delata, mi pene brinca de felicidad, ella esta echa una diosa, ya me la quiero devorar, estoy ansioso por acariciar sus piernas y sus tetas, me tiene al borde del colapso cuando dice “¿estamos de acuerdo en 120?” yo se que el juego esta llegando muy lejos, me siento nervioso, es mas me siento aterrado, pero muy morboso, no dejo de babear al ver esas zapatillas tal altas, no recuerdo nunca haber visto a mi esposa con zapatos mas altos que los del tacón de mormonas, hoy era una diosa sexual; una vez mas Geo rompe el silencio y la escena preguntándome con un tono mas serio ¿pregunte si estas de acuerdo con 120 pesos por una puta?, (tomen en cuenta que 120 pesos son equivalentes al costo de 2 cajetillas de cigarros comerciales) yo balbuceo que si estoy de acuerdo y Geo aclara con voz mas fuerte y decidida, “una vez que yo cruce esa puerta no habrá mas negociaciones, no hay vuelta atrás, estas seguro de querer seguir GALLINA”.
Yo dije de un modo mas juguetón, “ de los 120 pesos quiero 3 para mi, sube el costo porque me dejaste con las ganas. 
Geo gatea sobre la cama y se sube en mi, me besa y me permite regocijarme con su lencería y sus medias, seguimos fundidos en un beso y yo apretujo sus piernas y la nalgueo, ella deja escapar pequeños gemidos y cuando me voy a acomodar para volverla a penetrar, yo trato de mover de lado un poco la tanga negra, el camino este inundado, hay mucha humedad, estoy por lograrlo ...

... y ella se levanta súbitamente y dice “voy a trabajar mi amor”. Se levanta de la cama, se detiene frente al espejo y se acomoda la ropa y se ajusta los labios, voltea a verme sobre la cama y con una sonrisa hermosa me dice “ya me voy, voy a trabajar, no tardo, me esperas despierto para terminar tu asunto” me da un besillo y se sale de nuestra recamara.

Dentro de nuestra pieza hay alfombra, pero en los pasillo de la casa hay madera, el ruido de unos tacones golpeando el piso es inconfundible, Geo camino los 5 pasos hasta la recamara contigua que era la principal de la casa, la recamara de mi padre, cada paso que dio Geo me hacia desmayar de emociones, rogaba que se detuviera, pero seguía escuchando esos tacones con toda decisión y sensualidad, cuando llego al marco de su puerta yo brinque de la cama y asome la cabeza al pasillo, la vi perfecta y sensual, dándose el ultimo acomodo del cabello y tocar discretamente la puerta, se escucho la voz de mi padre gritando desde adentro “PASAAAAA” Geo abrió la puerta y la luz del interior de la habitación la ilumino de manera celestial, como cuando se eleva un ángel.  Ella volteo a verme y sonrió, con la mano hizo la señal de chao, también guiño un ojo y por último me envió un beso muy coqueto, luego dio el paso hacia adentro.

La puerta se cerro por dentro, el pasillo quedo nuevamente en penumbras y yo me quede petrificado. Quería llorar, o quería impedir todo, quería gritar, solo me quede ahí pasmado, tratando de oír algo, solo al ...