LA AMIGA DE MAMI - Relatos Eróticos

LA AMIGA DE MAMI

Luego del compartido desayuno, me fui a sentar a la sala, como hago casi siempre…, que no tengo otra alternativa…, como volver a dormir…, en un día en que no tengo que trabajar. Clara y las chicas, sus hijas, se quedaron a reconocer y limpiar lo que había  para el almuerzo.
Valentina vino, tal como estaba, a hacerme compañía. Cuando la vi entrar, desde el pasillo, en cuerpo entero, a unos tres metros, totalmente desnuda, con tacos altos, dado que eran con los que había venido a casa…, se me atragantó la saliva… ¡qué hembra tan hermosa! ¡Tremenda! 
-Les pedí que me dejaran ayudar…, pero me dijeron que yo no sabía dónde estaban las cosas…, y que venga a hacerte compañía.
-Ellas son muy amables, y quieren que te sientas muy bien.
-Pero las quiero ayudar…, no sentirme una inútil…
-Saben que no sos una inútil…, y que serías muy buena compañía para mí. Tenés que aprovechar el día… ¡No piensan en “prestarte”! ¡Jajaja!
-Bueno…, si es así… ¿Sabés Dani? Hace mucho que no veo una…, bueno lo tuyo… - Ella movió la cabeza y dirigió la mirada.
-¿Pija? ¡Jajaja! Llamala por su nombre… 
-¡Jajaja! Sí, eso. Tu pija sin prepucio. ¡Es muy linda! ¡Me gusta mucho! 
-¿Querés…?
-Sí, quiero. - Y se agachó entre mis piernas. 
Comenzó con besos y lamidas. Cuando estuvo morcillona la tomó en sus manos y me  hizo suaves caricias…
-¿Sabés? Sé que con tanta actividad la… pija se pone muy sensible…
-Tus labios y lengua no irritan para nada.
-Eso espero. – Y se la introdujo en la boca. Comenzó ...

... una más de sus espectaculares mamadas…
Valentina abrió la boca y comenzó a abrazar con sus labios la pija. Se la fue introduciendo suave y despacio, cada palpitante centímetro, hasta que tuvo su nariz enterrada en el escroto. Luego la fue extrayendo, llegando con labios y lengua hasta el glande, húmedo y rosado. Yo temblaba desde los cabellos a los dedos de los pies. 
-Por favor, Vale. Apretame fuerte la base…
Lo hizo sonriente, sin dejar de besar y lamer. La lengua acariciaba amorosamente el agujero de la uretra, lamiendo el fluido pre seminal. Apretó el tronco con su mano y comenzó un suave recorrido aterciopelado hacia arriba y hacia abajo. La otra mano seguía apretando la base del tronco. ¡Qué contradicción! ¡Con una mano trataba de que no acabara…, y con la otra hacía lo posible para que eso sucediera! ¡Yo me iba a morir ante tanto placer! Además le había metido dos dedos en el culo y los giraba hacia uno y otro lado. ¡Nada lo impedía! 
-Dani, quiero que tu esperma me llegue a las amígdalas. – Solamente tenía el glande dentro de la boca. El semen saltaría rápido. ¡No daba más! Me estremecí y le derramé cinco o seis chorros, con la pija palpitando. Los retuvo en la boca, y luego tragó todo. Tuvo un orgasmo aferrándose a mis muslos. Cuando la sintió fláccida, la retiró lentamente sin dejar de lamer y besar. ¡Me la dejo brillante y rosada!
-¡Qué rica, riquísima! Entiendo porque Clarisa considera que tu cremita es su postre… ¡me lo dijo!
Valentina me estaba volviendo ...