LA AMIGA DE MAMI - Relatos Eróticos

LA AMIGA DE MAMI

... masturbaba! ¡Ésta nena es absolutamente genial!
El efecto fue inmediato. En la mesita de la cabecera de la cama estaba el gel lubricante a mi alcance. Unté muy bien el ano de Clarisa, aunque ya lo tenía suficientemente dilatado por el uso constante en su último año. Me unté la pija, luego de sacarla suavemente de su mano, y me dispuse a perforarle el culo. Cuando me enanqué, las bolas quedaron sobre la cara de Valentina. ¡No dudó en lamer! 
Cuando su lengua se dedicaba a Clarisa, una de sus manos la destinaba a acariciarme los huevos. Los gemidos rebotaban contra las paredes. En los espejos, estratégicamente ubicados por mi libido, se veía esplendoroso el polvo múltiple que disfrutamos.
Seguro que a pesar de la tv, en la sala escuchaban el show…, y sabía, sin la menor duda, que Mami y su hija menor, estarían haciendo algo parecido. Las había visto mil veces haciéndolo, cada vez que una de ellas estaba cogiendo conmigo. Era una familia solidaria e imaginativa…   
No sólo el tenerla enterrada en el perfecto culo de Clarisa me motivaba. El verlas chupándose con alegría y felicidad, la sonrisa de Valentina cuando nuestras miradas se cruzaban -yo trataba de no empujar demasiado contra Clarisa para que no se escapara de la lengua de Vale-, todo eso me ponía súper caliente. Me apretaba para detener la necesidad de eyacular… ¡es tan hermoso coger así! No quería acabar hasta que no estar dentro del culazo de Vale, para que Clarisa se lo pueda chupar para tragar el semen, pero no ...

... quería cambiar hasta que tengan orgasmos…, eso es lindo…, verlas estremecerse en el orgasmo. 
¡Al fin les llegó! Primero fue Clarisa. Sin duda, la maestría de la amiga de Mami, activaba más el deseo y la calentura. Apenas segundos más tarde, acabó Valentina. 
-¡Aaaahhhh! ¡Aaahhh! ¡Aaaahhggg! – Los gemidos se confundían.  
-¡Dios! ¡Qué rico es tu juguito, Vale! Con razón Papi disfrutó tanto… 
-¡Sííí! ¡Vos también la tenés riquísima! – Valentina y Clarisa se alagaban mutuamente. Las dos se lo merecían.
Ahora sí podía cambiar. Se la saqué a la nena. 
-Ponete abajo Clarisa. ¡Le toca al culazo de Vale!
-¡Claro! ¡Quiero esa pija dentro mío!
Me retiré para que se acomodaran. Cuando volvieron a colocarse, me enfrasqué en chuparle, lamerle y besarle el culo a Valentina. ¡Se lo merecía!
-¡Ay Dani! ¡Me hacés temblar de placer!
Le unté el ano con el gel, aunque estaba seguro que la hubiera penetrado sin dificultad, pero si resbalaba es mejor. Rápidamente estuve metido hasta el fondo y se la moví dentro. Vale es una experta: me apretaba con el recto. Ahora si podría acabar sin problemas. Traté de aguantar un poquito…, pero no pude más. Ver ese culazo en primer plano, la sonrisa de Clarisa cuando me miraba mientras le lamía la concha… ¡Más allá que mis intentos! ¡Llené de semen el orto de Valentina en segundos!
-¡Dani! ¡Qué rico! Qué tibia y suave la tenés…
-¡Vale! ¡Vale! ¡Quedate date en cuatro! ¡Quiero chuparte!
-Si tesoro…, como quieras…
Me separé y Vale se acomodó para la ...