LA AMIGA DE MAMI - Relatos Eróticos

LA AMIGA DE MAMI

... Vale! ¡Jajaja! – Clara se lamía los labios.
	Vale tenía las piernas entreabiertas, reposando y relajada. No podía ignorar la maravilla de su concha. La acaricié y le metí un par de dedos. Mi otra mano amasaba la teta izquierda de Clara. No sé cuál de las dos manos estaba mejor ubicada. 
-Chicos…, a vos, Clarisa te digo… ¿por qué no vas con Vale y Dani a descansar al dormitorio? Así ella se siente mejor… - Clara indicó a Valentina con la cabeza.
Sabíamos que “descansar”… ¡yo tenía que hacerlo! ¡Sin mujeres! No había tenido orgasmo luego del desayuno, pero igual me sentía cansado. Ir con las dos reverendísimas minas sería más trabajo, más cansancio, más polvos… ¡en una palabra! 
Pero resolví aumentar el reto.
-¿Y por qué no vamos los cinco?
-¡Jajaja! ¡Vos querés la chancha, los veinte chanchitos y la máquina de hacer chorizos! No entramos todas en la cama esa, aunque sea king size. 
-¿Y aquí? Tenemos el sofá, los sillones y la alfombra… ¡jajaja!
-¡Vamos! ¡No jodás! ¡Anda a la cama!
-¡Jajaja! Si no hay más remedio… - Vale dio su opinión, y se levantó. Le tuve que sacar los dedos. Clarisa tenía la mejor sonrisa del mundo. Un trío con Vale le encantaría. Se levantó del sillón, con toda su belleza, y me tomó de la mano - la que había quedado “libre” de la concha de Valentina -, y me chupó los dedos. Sonrió complacida. La otra mano la tuve que sacar de la teta de Clara…, y nos fuimos riendo.
-¡Les doy media hora!- dijo Clara.
-¡Eso no me alcanza para nada! – Yo ...

... protesté.
-¿A no? ¡En 15 minutos la hiciste acabar tres veces! ¿Cómo que no alcanza? – Clara insistió.
Las tomé de la cintura a las dos y fuimos hasta el dormitorio. Clara y Aldana se quedaron en la sala. Encendieron la tv.
-¿Qué hacemos chicos? - Vale fue derecho al tema. 
-Yo sé que les gustaría… ¿les parece un 69? Yo tendría un hermoso culito a mano…
-¡Jajaja! ¡No te perdés ni una! ¡Lujurioso! – Valentina se sentía eufórica. – Se los juro Clarisa…, Dani… ¡Nunca imaginé tanta felicidad! ¡Todo lo hacen hermoso!
-Nos alegramos mucho que sea así…, mucho… - Afirmé su opinión.
-Bueno…, acostate Vale. ¡Quiero a papi dentro mío, ya! – Clarisa también estaba entusiasmada. – Luego cambiamos…
-Si, claro. – Valentina aceptó sin dudar.
	Se acostó boca arriba, con las piernas recogidas y abiertas. La concha se veía esplendorosa. Clarisa se acomodó como correspondía, brindándome su culito en primer plano. Todas las bocas, labios y lenguas, así como las manos, estuvieron en sus tareas inmediatamente. Me agaché sobre el culo de Clarisa, le separé las nalgas, lamí, besé y chupé el arrugadito ano. ¡El asterisco estaba precioso! La acaricié y metí un par de dedos. 
Como estaba con la cabeza sobre su culo, veía perfectamente como Vale chupaba, lamía y besaba, la hermosa conchita de Clarisa. En un momento me sorprendí. ¡Eso no se me había ocurrido! Estaba parado al costado de la cabeza de Clarisa…, ella estiró su mano y me agarró la pija para pajearme. ¡Le chupaba la concha a Valentina y me ...