1er encuentro con Alejandro. - Relatos Eróticos

1er encuentro con Alejandro.

Después de ir a una consulta médica, el regreso hacia mi casa en el coche se hizo horrible, el tráfico y el calor eran insoportables, ya faltaba poco para llegar a mi hogar no eran más que 5 calles.

Ese pequeño trayecto se hizo eterno, mi única distracción era mirar hacia ambos lados por la ventana del coche y para mí sorpresa lo fue. Por un momento observé a un indigente sentado en la esquina de un negocio de reparación de carros, a simple vista noté que su tez era bastante morena, usaba una gorra roja que detenía un poco de su largo cabello que colgaba hasta la nuca, una playera gris, un pantalón de mezclilla roto que parecía carecer del distinguido color azul, parecía más negro por lo sucio y desgastado que estaba y un par de zapatos rojos, los cuales se veían muy desgastados.

Centre mi mirada hacia él, podía notar que inhalaba esa peculiar estopa empapada de thinner, su mirada se veía perdida; ya que veía hacia el pavimento. Me lleno de curiosidad; así que intente estacionar el carro lo más cerca de el para observarlo con más detalle.
Me detuve justo frente a el del otro lado de la calle, apague el coche, baje la ventana y fingí hacer una llamada para disimular que no lo miraba, el seguía viendo hacia el pavimento sin gesto alguno, era la oportunidad perfecta para verlo. En lugar de mirar su rostro, note una gran abertura de la parte de enfrente del pantalón, podía ver un par de enormes testículos que estaban siendo asfixiados por una trusa café.

Quedé ...

... impresionado ante esa belleza, a simple vista podía ver qué ese indigente no había Sido ordeñado en un par de meses, Subí un poco la mirada y el indigente se percató de que lo miraba sin detenerme. Quito su mano de su boca sin soltar la bola de estopa, me vio directamente a los ojos y me lanzó un beso, llevo su otra mano hacia ese par de huevos y los sacudió fuertemente; de tal forma que yo me excite de golpe. No habían pasado ni dos minutos y mi pene parecía romper mi calzón de tanta excitación provocándome un fuerte dolor en la pelvis.

Soltó ese par de huevos y trato de levantarse inmediatamente; pero al levantarse se mareo y cayó al suelo de nuevo, yo me asusté; por lo que mejor decidí huir para no crear un alboroto. Encendí el coche y hui de ese lugar. Ese mismo día por la noche, me encontraba recostado en mi cama en calzones viendo mi celular, por un instante recordé el par de huevos estrangulados por ese hombre, me provocaba un morbo indescriptible, empecé a sudar de lo caliente que estaba y sin dudarlo pensé en salir a buscarlo; para quitarme esa calentura que yo mismo me provoqué.

Me levante de mi cama excitado, camine hacia mi ropero y busque dentro de el un atuendo que pueda ser cómodo y a la vez fácil de quitar, en caso de que tenga sexo. Encontré una playera blanca delgada que sería de bastante utilidad para estar fresco, un short de color negro con bolsas y también me puse un par de calcetas limpias para usar mis tenis. Guarde en mi short un par de lubricante, mis ...