1er encuentro con Alejandro. - Relatos Eróticos

1er encuentro con Alejandro.

... fuertemente para evitar sacarla de mi boca y eso me excitaba mucho más de lo esperado.

Sus movimientos empezaron a hacerse mas rápidos y bruscos al tal punto que ya me estaba ahogando por ese tremendo pedazo de verga, sacaba lagrimas de desesperación y felicidad por mamársela, saco completamente su verga de mi boca y puso su enorme glande en la entrada de mi boca y me dijo:
-Trágatelos puta, esto es lo que tú querías- dijo el indigente y de una estocada volvió a insertar toda su verga en mi boca, aventado chorros de saliva hacia su pelvis, sentí un bombeo en la base de su enorme verga. El muy cabrón se vino en mi garganta. De su boca salió un gemido tan espectacular que cualquier persona que estuviera cerca pudo haberlo escuchado.
Puse inmediatamente mis manos en sus piernas para evitar que todo su caliente semen no me lo me lo tragara, soltó mi cabello y me lanzo una cachetada fuerte en la mejilla. Eso logro hacerme venir en mi short y sacarme su verga de mi boca. Miré hacia abajo y vi un gran charco de saliva que había emanado de mi boca.

Se subió el calzón, tomo su bolsa y se retiró ...

... lentamente del rincón donde le había dado la mejor mamada de su vida. Como pude me le levanté inmediatamente, escupí hacia el suelo, me limpié la boca con mi playera blanca, y mis ojos con las mangas, salí a buscarlo ya que ya no se encontraba en el negocio.
Pude alcanzarlo dos calles adelante y le dije:
- Espera un momento no te vayas déjame preguntarte algo- esas palabras me costaron demasiado pronunciarlas ya que me dolía mucho la garganta.
- ¿Qué quieres? - dijo el indigente mientras inhalaba su estopa.
- Me encanto mucho tu verga quiero volvértela a mamar otro día y quiero saber como te llamas- le dije con una respiración agotada ya que casi no podía hablar.
- Me llamo Alejandro y si quieres volvérmela a mamar, me tienes que buscar ahí mismo en la noche- dijo el indigente.
-Muchas gracias Alejandro, te veo el jueves ahí por la noche- le dije desesperadamente.
-Va wey- repuso el indigente mientras tomo por un instante mi hombro y se alejaba rápido.
Cada quien se fue por un lado diferente, yo solamente me aleje hacia mi casa. Llegué y lo uno que pude decir fue:
-Que verga tan rica chupe hoy-
Fin.