1er encuentro con Alejandro.
Fecha: 04/05/2023,
Categorías:
Sexo oral
Tus Relatos
Autor: Platonic23, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... tanga.
No había pensado en eso, "¿Que voy a hacer?" me preguntaba en la cabeza. Ya tenía a quién chupársela y hasta metérmela, pero se me olvido pensar en ello.
-Ven para acá preciosura, aquí me la puedes chupar sin ningún problema-repuso el indigente.
Tomo mi mano y me dirigió hacia un estrecho rincón del negocio, el cual nos podía ayudar a que nadie nos viera ya que, de un lado, estaba una puerta de metal con cerca eléctrica la cual no aparentaba estar encendida y del otro lado un tambo de color azul enorme de 3 metros.
-No cabemos los dos así que tendrás que hincarte para chupármela- dijo el indigente.
Yo todo obediente entre al rincón y me agache, el se puso enfrente mío y puso su enorme bolsa de plástico negra detrás de él, se subió el pantalón hasta el ombligo y la acción empezó.
Metí mis manos dentro del hoyo del pantalón y lentamente baje esa trusa café, quede impresionado al ver ese par de huevos colgando, estaban llenos de pelos y sobre todo, por esa gran verga que salió rebotando del calzón, era inmensa calculaba unos 18 cm. Bastantemente gruesa y peluda, emanaba un olor a orina y thinner que me excitaba al poner mi nariz en la punta de esa verga.
-Empieza chuparla y veras que grande se pone-me dijo el indigente.
Empecé a chupar la cabeza y meterla lentamente en mi garganta no cabía toda esa verga en mi boca, sentía cada vena en las paredes de mi boca y mi paladar, chupaba suavemente mientras veía como se retorcía del placer. Poco a poco ...
... sentía que crecía más y más. A tal punto que ya no llegaba a la base de la verga que me estaba comiendo, chupaba con enjundia y placer, era exquisita.
Sacaba lentamente la verga de ese hombre hasta llegar a la cabeza y la volvía a meter en mi garganta, la quería toda en mi boca, podía escuchar al indigente decir:
-que rico putitta, la mamas increíble sigue así, no pares chingadera, uff- me prendía más y la metía hasta sentirla en mi gargantilla, a tal punto que la saliva le chorreaba en su pelvis peluda, seguía mamando duro esa verga hasta sacarle toda la leche de sus huevos. Parecía un becerro con esa verga no podía detenerme para nada. Sus gemidos me indicaban que la estaba chupando bastante bien hasta que me dijo:
- pon las manos en tu espalda y no las muevas de ahí, si lo haces lo vas a lamentar- dijo el indigente mientras yo seguía mamando espectacularmente esa verga enorme. Le obedecí y puse mis manos en la espalda, con su mano derecha tomo mi pelo fuertemente y de una estocada me hizo tragarme su verga hasta la base. Empecé a sacar demasiada saliva y saque lagrimas de los ojos por la brutal estocada. Podía sentir su vello púbico en toda mi cara.
Empezó a coger mi boca desesperadamente, era un mete y saca brutal, no me dejo sacarla de mi boca en ningún momento, era demasiado rico, pude tragarme esa venosa verga completamente, sacaba hilos de saliva lubricándola perfectamente, en ningún momento dejo de gemir por la mamada que me daba. Me jalaba el cabello ...