1er encuentro con Alejandro. - Relatos Eróticos

1er encuentro con Alejandro.

... llaves y por si las dudas 50 pesos.

Salí rumbo al negocio de reparaciones con la esperanza de volver a verlo en aquella esquina, pero esta vez sin miedo, caminaba lentamente por las calles para ver si me lo topaba en el camino o en cada esquina, pero no fue el caso, cada vez que me acercaba más al negocio, la manzana de mi garganta se me subía, sentía que me ahogaba y trataba de tranquilizarme, las orejas las sentía demasiadas calientes y los dedos de las manos me hormigueaban de lo nervioso que estaba. Me encontraba a solo 1 calle del negocio y para mi mala suerte note que ya no estaba sentado ahí el indigente. 

"Era obvio" solo a mí, se me ocurre pensar que ahí estaría ese hombre sentado todo el día. seguí caminando, cruce la calle y me pare justo en la esquina del negocio de reparaciones, el cual estaba en completa obscuridad, donde halle al sujeto en la tarde. Mire hacia la derecha y la avenida estaba totalmente vacía e iluminada solo veía venir los carros, voltee hacia la izquierda, no había demasiada luz pública y de lejos solo note a una bolsa negra que parecía flotar en el aire, me percate bien y debajo de la bolsa se encontraba un par de pies descalzos. 

Me lleve una gran decepción, baje la mirada un momento y la subí de nuevo para ver si ya podía cruzar la calle, volví a mirar hacia la izquierda y para mi sorpresa el hombre que cargaba la enorme bolsa negra venia hacia mí, pude notar que era el mismo indigente con los huevotes que vi en la tarde. Lo ...

... pude reconocer de inmediato ya que noté el gran hoyo en su pantalón, seguía inhalando la misma estopa, pero esta vez no tenía sus tenis rojos. Mi corazón empezó a latir fuertemente en ese momento, mi pene se levantó tan rápido que me volvió a doler. Las orejas se me pusieron demasiado calientes y mi culo sentía que ardía. Por un momento estuvimos frente a frente y paso de largo frente a mí, así que con mi mano lo detuve tocándole el brazo y con ello las palabras salieron.

-Discúlpame amigo, pero no puedo dejar ver ese gran hoyo en el pantalón que traes- Le dije al indigente con una voz temblorosa por la excitación y la respuesta que obtendría.

-Ay no te preocupes carnal, de aquí no se puede salir nada por la trusa que traigo, vieras que tan apretados tengo los huevos-repuso el indigente con una sonrisa en la cara.

- ¿A poco si tienes unos huevotes ahí adentro? -le dije con una sonrisa pícara mientras temblaba de la emoción. Lo que él no sabía, es que ya se los había visto en la tarde.

-No solo tengo unos huevotes, también tengo una verga bien pinche larga, gruesa y peluda nada más que no se nota por los huevotes que me cargo, si quieres te la enseño-Dijo mientras me veía a los ojos con una sonrisa burlona e inhalando su estopa.

- ¿No hay problema si la veo y te la chupo? -Le dije con más confianza y calentura.

-No hay ningún problema, solo que ¿En dónde me la vas a chupar? -Respondió el indigente. Mientras metía la mano en el hoyo de su pantalón y tocando su ...