TAREAS EN EL HÍPER - Relatos Eróticos

TAREAS EN EL HÍPER

... te llamó y que entraste y te diste vuelta. Que no querías mirarla cuando se cambiaba. Qué te pidió que vieras como le quedaba la ropa, y que eres muy pundonoroso, y que jamás quisiste verla desnuda, ni siquiera sin blusa. Perdóname. ¡La castigué! Le dije si volvía hacer algo así, jamás volverías a casa…
-Pero… ¡me castigas a mí!
-No sonso, ¡ella te adora! Ven a casa hoy, por favor. Llévame, si. 
Cuando llegamos, venía Jazmín con la cabeza gacha. Se quedó en la vereda sin acercarse.
-¡Dani está muy enojado con vos! – Danna mantenía su línea… Jazmín levantó la cara.
-¡Perdón Dani, perdón! Quise hacer una broma. No sabía que era tan fea la broma. De verdad. Le conté todo a mamá. – Estábamos entrando a la casa. Le acaricié los cabellos. – Le dije que te llamé y que dabas vuelta la cabeza… Por favor, perdóname. ¡Nunca más hago algo así!
-Está bien. Ven. - La abracé y levanté para besarle en ambas mejillas. - ¡Eres una traviesa!
-¡Te lo dije! – Danna afirmaba su papel de “madre”. - ¡Y no la lleves más a ninguna parte!
-¡Perdón! ¡Perdón! – Jazmín insistía.
-No te preocupes más. Ya todo terminó. La quiero mucho…, y se portará muy bien… - Jazmín me tomó la mano y la apoyó en su mejilla. 
-Si, si, ahora te voy hacer café… 
-No tienes que hacer nada. ¡Somos amigos! 
-Déjala que se saque la ...

... angustia. Sólo tú eres capaz de soportarla. – Fue hacia el dormitorio. -Me cambio y vuelvo.
Y volvió al tiempo que Jazmín con el café. ¡Y cómo volvió! Con el negligé… y mínima tanga y sostén… ¡Dios, que hembra! La nena la vio y sonrió. ¿Pensaría que la mamá lo hace para seducirme? Bueno…, ella no sabe que Danna y yo… ya estuvimos… en lucha…
-A mamá le gustó mucho lo que me regalaste…, aunque me dijo como vos. ¡Demasiado ajustado! ¡Jajaja!
-Si, ésta loquita andará mostrando la cola. ¡Tremendamente pícara! – Danna ya estaba en el rol de dulce mamá. Se me ocurre que ella de chica sería igual. - ¡Todos los chicos se volverán locos!
No quise quedarme más. Demasiado compromiso…, y calentura. Cuando Jazmín volvió a la cocina Danna se acercó.
-¿Te gusta cómo me queda? – Me habló al oído. Sentía su agitada respiración. – El sábado voy a recuperar las horas… ¡La próxima semana estaremos juntos!
-¡Si, pronto por favor! – Le tomé una teta, por sobre la ropa. - ¡Mamita, me volvés loco!
	Nos besamos en los labios. 
-¡Mejor me voy! 
-¡Tienes miedo de eyacular frente a mi hija! ¡Jajaja! – Me besó en la oreja.
-Chau Jazmín. Me voy…
-¡Voy! – Vino corriendo y saltó a mi cuello. - ¡Vení mañana!
-Ten cuidado al ma…nejar. - ¿Danna iba a decir “al mas…turbarte”? Ella no sabe que al llegar me estará esperando Aldi.