Manuela (02)
Fecha: 27/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Según el programa a las seis de la tarde había un descanso en el congreso. Allí me planto con ánimo de ver a Manuela y hablar con ella. En la cafetería está rodeada de gran número de personas, la mayoría de mi empresa, por lo que apenas puedo saludarla. Me parece que intenta esquivarme y claramente se muestra contrariada al verme.
¿Ayuda del destino?: mi jefe aparece por la puerta, se muestra encantado de mi presencia allí y dirigiéndose a Manuela le oigo decir: "aprovecha que Luis está aquí y dale los datos del congreso para que haga una reseña que nos guste. Luego tomamos algo los tres y hablamos de ello". A eso de las once de la noche el pesado de mi jefe se da por satisfecho del breve artículo que preparo y se despide dejándonos ante unas copas a Manuela y a mí. Bueno, ahí la tengo; es lo que quería, ¿no?.
"¿Que tal estás?, he intentado ponerme en contacto contigo durante todo el día".
"Y para qué, ¿acaso tenemos que hablar de algo?".
"Mujer, lo del viernes para mí fué placentero, además de algo deseado hace tiempo y querría saber si .....". No me dejó terminar.
"Pero Luis, ¿quieres que te de las gracias?, ¿quieres que deje claro lo macho que me pareciste?. Te aseguro que me gustó, pero no fué para tanto".
"No me jodas, Manuela. Quiero hablar contigo de ti y de mi. Siempre me has gustado y lo del viernes fué importante y satisfactorio, al menos para mí. Hacía mucho tiempo que quería estar contigo y, desde luego, no creo que merezca que me trates como a ...
... un idiota que sólo piensa en su polla o que quiere pillar coño sin más porque no ha sido mi forma de actuar, al menos conscientemente".
"Quizás lleves razón, no puedo evitar estar a la defensiva y un poco agresiva. En los últimos tiempos mis experiencias sentimentales con los hombres han sido muy malas y como no se vivir sin el sexo, me he intentado autoconvencer de que todos sois unos cerdos con el cerebro en la bragueta. Te diré que ni de lejos estoy dispuesta a tener ningún tipo de relación estable, ni siquiera estoy dispuesta a pensarlo, así que no intentes nada de nada, no tiene sentido".
"Me dejas cortado y con pocas respuestas por mi parte. Me había ilusionado con la posibilidad de conocerte mejor. Quizás sí tengamos oportunidad de tener una amistad exclusivamente sexual. Lo del viernes me encantó y tu me gustas mucho".
"¿Sí?. No hicimos nada de nada. Ni siquiera follamos. ¿Te van el sadomaso suave y el bondage?. Es lo que estoy dispuesta a practicar actualmente con cualquier tío que se deje. Quiero mi satisfacción sin compromisos de ningún tipo".
" Aquí tienes a un voluntario que se muere de ganas por follar contigo. Vamos, cojamos una habitación en el hotel; ¿quieres?".
Benditas palabras. En ese momento no sabía que iba a encontrarme con mis deseados y verdaderos gustos sexuales tras una noche con Manuela.
La habitación tiene un gran espejo de pared que refleja la mayor parte de la cama de matrimonio situada en el centro. "Desnúdate mientras paso al ...