Manuela (02)
Fecha: 27/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... a follarte y procura tenerla dura como a mí me gusta durante un buen rato".
La coge y se la mete despacio y con suavidad en su coño empapado al mismo tiempo que respira con fuerza. Me empieza a cabalgar, despacito, pero metiéndosela muy dentro. Con los ojos cerrados habla en voz muy baja: "eres tan cabrón como todos los demás, sólo quieres mi coño y que yo te de placer, seguro que tienes más tías por ahí a las que engañas como a mí; cabrón, cabrón, marica, cerdo". Va subiendo la velocidad al mismo tiempo que el tono de voz y unos minutos después me está follando a toda pastilla mientras repite constantemente: "cerdo, cerdo, cerdo, ...".
Como en la ocasión anterior, se corre sin escandalizar. Un fuerte suspiro, un par de pequeños grititos y se tumba a mi lado. "No me hables ni me toques. Quiero masturbarme". Suavemente y sin prisa, con los ojos cerrados y musitando palabras ininteligibles está durante muchos minutos acariciando su clítoris. Cuando termina ni siquiera abre los ojos mientras dice: "Luis, eres un capullo como todos. Déjame dormir unas horas y luego seguimos. Ni se te ocurra hacerte una paja, descansa hasta dentro de un rato. Quiero que estés potente".
Yo tengo una erección curiosa, pero ni se me ocurre pensar en masturbarme. Tardo un buen rato en dormirme, mientras Manuela descansa como una bendita con algún que otro ronquido suave.
Cuando despierto ella me está mirando. Tiene una expresión de ansiedad (¿deseo?) en la cara que me hace darme cuenta de ...
... que se está masturbando. "¿Que haces?, ¿quieres que te acaricie?, ¿te ayudo?. Deja que yo te lo haga".
Aparta su mano del sexo, la pasa por mi nariz y boca y me mira a los ojos con seriedad en su rostro: "no te he tratado bien, quiero resarcirte pero sólo lo haremos de la manera que yo diga. ¿De acuerdo?. No quiero preguntas, sólo que hagas lo que yo te diga"
No me deja contestar, me besa mientras acaricia mi pene con sus manos. Tras unos besos baja a la altura del rabo y empieza a mamar con rapidez, con fuerza y utilizando una de sus manos para apretar, estrujar y arañar mis pezones. "No hables, sólo actúa como yo te diga. Me vas a follar, pero antes quiero excitarme de verdad, quiero estar como una yegua en celo. Acaríciame con tus manos y boca como te apetezca, aunque lo que me va a poner bien de verdad es lo que yo te haga o lo que diga que me hagas".
"Vamos, muerde mis pezones sin que te importe hacerme daño; chupa y muerde mis tetas con ganas, mete tus dedos en mi culo y muévelos dentro, pellízcame el culo con fuerza; ¿quieres tirarme del pelo?, ¿quieres tirarme del vello del pubis?. No hables y actúa; ponme muy, muy cachonda".
Yo sí que voy a tope. Hago lo que Manuela me pide (me exige) y mi polla es como un volcán a punto de explotar. "No voy a aguantar mucho más, para o termina con mi erección, ¡por favor!; dame tu chocho, deja que te la meta".
"No hables cerdo. Todavía quiero que me hagas más cosas, quiero ponerme más cachonda y tienes que aguantar. ...