TAREAS EDUCATIVAS
Fecha: 26/06/2023,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Barcelona. Le conté del congreso. ¡No le dije de mis intenciones! Fuimos algunas cuadras por la Rambla. «Por esta calle, a 200 metros, está nuestro hotel.» «Si me permiten, las acompaño…» «Te lo iba a pedir…» Me tuteo… «Estamos solas… Mi marido no pudo venir…, por el trabajo. Atiende un estudio de tecnología.» ¿Qué será eso? «Estoy solo porque vivo solo. Soy viudo hace siete años. Y no tengo compañía.» «¡Qué pena!» «¿Por qué?» «Me parece que no tendrías problema para tener compañía… No pareces poco sociable…» Como había mucha gente en la Rambla…, teníamos a Leticia de las manos, uno de cada lado. Ambas me miraron sonrientes. Cuando salimos a la calle del hotel, solté a Leticia y fui del lado de Sabrina. «Un placer tenerte de compañía… Para Leticia también.» Al llegar al hotel me invitó a subir “a tomar una copa”. No dudé demasiado. Tercer piso. ¡Una suite! ¡Marido con guita! Mi hotel apenas si llegaba a 3 estrellitas… «Ponte cómodo Dani.» «Voy al baño, mami.» Me senté en un hermoso sofá, en algo que sería salita de atención. En mi vida estuve en una suite de hotel. Sabrina vino muy atenta con dos copas y la botella de cava. Sirvió y se sentó frente a mí. Allí comprobé que no solamente tenía una pollera muy corta, sino unas piernas perfectas. De cualquier manera a no hacerse ilusiones. Con la nena cerca…, no habría ninguna posibilidad de nada…, pero es muy hermosa y simpática.”
“Hablamos de nuestras vidas y familia. Ella “casualmente” es arquitecta…, prácticamente ...
... colegas. «Muy grato por eso.» Le conté de mis hijos, de mi situación de vivienda. Sabrina estaba cada vez más coqueta y amable. “¿Quieres esto? ¿Quieres lo otro?”, y todo así. Se sienta junto a mí en el sillón de tres cuerpos…, pero no en la otra punta… ¡Bien juntitos! «¿Sabes? Estoy muy contenta de tenerte de compañía. Eres el primero en todos estos días. ¿Tú no has buscado?» «No, no, para nada. En el congreso, mis colegas mujeres son bastante aburridas.» «¡Jajaja! Pero tú no lo eres. ¿Cuántas colegas habrán querido tu “aburrimiento”?» Y así, por ese lado fue la conversación, aun cuando la nena había regresado del baño. Al rato fue Sabrina… Leticia estaba de lo más cariñosa. (Yo contaba todo esto a Danna, nada más para que oyera Jazmín, mientras intercambiábamos besos, caricias y chupadas.) Leticia me acariciaba el brazo, la pierna, apoyaba su cabeza en mi hombro y agradecía una y otra vez el helado. Era más mimosa que la mamá. «¿Sabes Dani? Le gustas mucho a mamá.» «¿Cómo lo sabes? ¿Por qué dices eso?» «Porque yo sé cuándo a mamá le gusta un señor. En todos estos días, acá, no le gustó ninguno. ¡Y siempre había algún señor junto a mamá…!» Volvió Sabrina… «Perdón, ahora voy yo. ¿Dónde?» «Allí. Ven, te indico.» Sabrina me tomó del brazo, con las dos manos… Rosaba su cadera contra mí. «Es aquí.» Señaló la puerta y me dio una palmadita en el brazo. Cuando volví, estaban mamá e hija en el sofá… Me iba a sentar en el de un cuerpo. «No. Ven con nosotras…» Me hicieron sentar entre ellas. ...