TAREAS EDUCATIVAS - Relatos Eróticos

TAREAS EDUCATIVAS

... se sentó sobre mi rostro. «No, ponte en cuclillas, tesorito.» La mamá daba las instrucciones. «Sácate la bombachita, amor.» La nena se paró y se la bajó por los pies. Volvió a acuclillarse. La tomé de las nalguitas y la fui moviendo para lamerle el culito, el perineo, la conchita…, hasta llegar al minúsculo clítoris. ¡Deliciosa! La nena suspiraba. Es cierto, me sentía un perverso…, pero me gustaba lo que hacía. Me excitaba más todavía, me arqueé y me enterré hasta el fondo en la concha de la mamá. La nena aprendió inmediatamente. Al estar en cuclillas, no estaba totalmente apoyada en mi cara, por lo tanto se movía, se corría, hacia adelante, hacia atrás, giraba…, todo para sentir mi legua donde quisiera. El clítoris ya no era minúsculo: un pequeño dedito meñique de bebé. Volví con mis manos a las tetas de Sabrina. «¡Ahhh! ¡Sííí! ¡Aauggghhh!» Todos los gemidos se mezclaban, incluso los míos. ¡El clímax era inminente! «¡Me hago pis! ¡Me hago!» La nena fue la primera; me inundó el rosto con sus fluidos… «No es pis, mi amor… ¡Son los ricos juguitos de tu cachucha!» Eso le dije yo. No sabía si entendía lo que significaba. Luego fue el estremecimiento de Sabrina, y en la culminación de su orgasmo llegaron mis múltiples sacudidas a ocupar lo que quedaba libre en la concha que la mamá me había brindado… «¡Ay mamita! ¡Qué rico que es esto!» «¿Te gusta, mi amor?» «¡Si mamita, me gusta mucho!» Yo seguí lamiendo. No podía abandonar semejante exquisitez. «¿Viste, mi amor? ¡A Dani le gustó mucho tu cachuchita!» «Leticia… ¡eres riquísima!» ¡Cada vez más perverso y depravado!” (¡Toda esta sanata era para conocer ansioso la opinión de Danna!)
-Ya ves, Danna, mi amor. Hasta entonces, nunca había disfrutado de tan lujurioso placer en el sexo.