TAREAS EDUCATIVAS 2 - Relatos Eróticos

TAREAS EDUCATIVAS 2

... me empezó a gustar. ¡Me hice pis! Pero a él no le importó. ¡Me llenó de lechita! ¡Me gustó mucho!
-¿Era muy grande?
-Y… por lo menos estaba en la secundaria…, creo. A mí me pareció que la cosa que me metió era grande como una linterna… ¡Sí, así!
-¡Jajaja! ¡Más degenerado que yo!
-La cosa fue que desde ese momento me volví loca por tener una pinga dentro de mí, pero no cualquiera. Cada vez me hice más “exquisita”. Siempre elegía al mejor del lugar donde estaba, sea estudio, fiesta o trabajo. Siempre lo mejor… ¡por eso te elegí a ti! - ¡Y nos chuponeamos nuevamente! - ¡Jajaja! Es una broma… ¡no anduve cachando todos los días! En el secundario fui bastante menos promiscua…, muy de vez en cuando… Eso sí: ¡jamás por dinero! Sólo por placer.
-¿Tanto placer cómo ahora? – Como seguía viendo la sombra de Jazmín en la puerta, no quería dejar de alentar el juego sexual. ¡Qué la nena se inspire!
	Acosté boca arriba a Danna y fui a su boca, como si hiciera una cubana…, pero “sin tetas”, directamente a la boca, no para que no hablara, sino para que besara, lamiera y chupara. Jazmín miraba atentamente. 
-Supongo qué a la nena esa, la del relato, ¿Leticia, no?, también tu pinga le debe haber parecido una linterna… ¡jajaja!     
-Bueno…, si fue así, no se quejó. ¡Quería más y más! Hasta la mamá le tuvo que decir ¡para un poco nena! ¡Jajaja! – Espero que la exageración incentive a Danna para alentar a Jazmín.
-Y…, yo no quisiera prohibir a Jazmín que haga lo que le guste… Bueno…, al ...

... fin yo lo hice… ¿Por qué ella no?
-¿Y con quien lo haría? – Quiero saber que piensa Danna. 
-No sé, pero no me gustaría que aparezca de pronto, sin yo saber nada. Quiero poder comprenderla y aconsejarla…
	Danna hablaba con mi pija en la boca. La apartaba un poco para que yo pudiera entender con claridad. Me di vuelta, le levanté las piernas y me instalé para un buen 69. Quiero que acabemos una vez más para dedicarme a dormir. ¡Bien que me falta! Unos diez minutos chupando mutuamente y llegaron los orgasmos…
A la mañana, al levantarnos, Danna me dijo que luego, a la tarde, hablaría con la hija. ¡Veremos qué pasa! Cuando la fui a buscar le pregunté si había novedades. Yo estaba más ansioso que Jazmín.
-No. Luego, cuando lleguemos, hablaré con ella. Tú no te quedes.
-Por supuesto. Esto tiene que ser cosa entre mamá amorosa e hija obediente. ¡Jajaja!
 Cuando llegamos Jazmín venía corriendo, como si sabría lo que iba a suceder. Saludé con la mano y me fui. Al día siguiente, lo primero que hice, en cuanto abrió el híper, fue buscar la caja donde estaría Danna. 
-¿Cómo te fue?
-Muy bien. Luego te cuento. – Y así fue. Cuando la llevé a la casa, me fue diciendo…
-Bueno…, lo primero…, no es virgen. 
-¿Cómo? - Me hice el sorprendido, pero no el escandalizado, como si me pareciera que era lo correcto.
-Si. Me contó que lo hizo con un compañero de la escuela del último curso, de los más grandes. Me contó que él chico le dijo que le haría un regalo. – ¡Qué mentirosa! A mi Jazmín ...