Convierto a mi sobrino en mi esclavo sexual
Fecha: 29/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... en esa situación, pero ya saben cómo piensa mi amiga. Comenzamos a hablar en vos baja, igual sabía que Leo estaba lejos en la cocina y no nos escuchaba.
—Bueno, sácate toda la ropa que se la doy a Leo para que la lleve a lavar.
—vos estás loca porque no me dijiste que te ibas a ir.
—Perdona, no pude, pero no voy a un Congreso, me voy a la playa con el radiólogo, no lo tenía planeado, pero sabes como soy.
—¿pero cómo voy a hacer con este pibe? Me parece que me espía. Y lo vi con la pija parada por la casa, casi todo el día, no sé cómo hace, pero se ve que lo estoy calentando y él no trata de disimular porque piensa que estoy ciega.
—jajajaja, eres terrible.
—no ¡vos me metiste en esto!
—jajaja que más quieres, disfruta y aprovecha.
—sos una guarra, es muy chico, bueno por lo que vi no tan chico.
—ves que te gusta, tienes que calentarlo hasta que se prenda fuego, después lo vas a usar como tu consolador personal.
—jajajaja está loca.
—bueno, dale sácate la ropa y se la alcanzo a Leo.
—pero los calzones también.
—que quieres que te lo limpie yo, jajaja para que está el esclavo.
En eso quedo desnuda y entro a la ducha. La escucho llamar a Leo. Le adivino las malas intenciones y toma la cortina y tiro rápido para cerrarla, sabía que no me vería desnuda sin mi consentimiento.
—Leo, toma la ropa y llévala a la tienda de lavado, también agarra la que está en el cesto del lavadero.
—bueno ahora voy.
Juntó la ropa y salió. Apenas ...
... salió me acordé que era domingo y estaría cerrada la tienda, así que vendría rápido y me apuro a bañar, mi amiga se ríe por mi apuro porque se dio cuenta que cerré rápido la cortina para que no me viera mi sobrino, ya dije que era muy inteligente y también media degenerada. De pronto se escucha un ruido cerca de la puerta de entrada y nos dimos cuenta que era Leo, de pronto Silvia se acerca rápido a mí y me dice:
—rápido, rápido dame la esponja que te tengo que bañar.
Yo asustada por el apuro se la doy y comienza a enjabonarme de nuevo, me pasa jabón rápido por todo el cuerpo. Se le cae la esponja, pero sigue con sus manos, me doy cuenta que lo hace a propósito porque veo su cara. De repente escucho a Leo detrás de la puerta.
—tía, estaba cerrado.
—claro no me di cuenta que hoy era domingo, perdona.
Le digo levantando el tono de voz para que me escuche, entonces veo que Silvia se separa de mí y abre un poco la puerta del baño para hablar con Leo, no tuve tiempo de correr la cortina, pero como solo entorna la puerta creo que no puede ver nada.
—Leo, gracias igual, lleva la ropa al cesto del lavadero, yo tengo que seguir un rato con Mariela.
—bien.
Se da vuelta y viene a mí, en eso le indico con una seña con la cabeza, por si Leo estaba cerca, que había dejado la puerta entornada, ella me mira y sonríe con cara de venganza. Yo indignada espero que me siga lavando, ya no me quedaba otra. Sólo se escuchaba el sonido del agua caer y mientras ella tarareaba una ...