Convierto a mi sobrino en mi esclavo sexual
Fecha: 29/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... canción. Siento que sus manos tratan de excitarme a propósito. Me pasa la mano por mi vulva con descaro, mete los dedos bien adentro para ver si reacciono, yo trato de no darle el placer. Mientras me manosea con las manos enjabonadas miro por sobre su hombro en dirección a la puerta que se encuentra un poco abierta y veo una sombra en el pasillo, supongo que estaría mi sobrino y creo no equivocarme. Silvia me mira con su mano en mi coño y dice:
—como tienes estos pelos, vamos a tener que cortar un poco, a ver date vuelta.
—están bien así.
—dale, voltea.
Le sigo el juego y me pongo de espalda, ella toma mi cabellera y la escurre, luego pasa sus manos por mi espalda y baja por ella, de pronto llega a mi culo y lo frota, pero un dedo comienza a apretar la entrada de mi ano, yo me resisto, pero el jabón hace que ceda de inmediato, en segundos tenía su dedo en mi agujero entrando y saliendo buscando mi reacción, pero yo la dejaba. Me hace girar nuevamente tomándome de un brazo y me dice:
—espera, voy agarrar la Gillette del armario y te pelo toda.
Yo, ya no decía nada, estaba indignada, excitada, o entregada, como en shock, sabía que mi sobrino me podría estar viendo en parte o en su totalidad desnuda y ahora en manos de Silvia.
—ahora abre las piernas que te afeito.
Le expongo mi vulva y ella con sus dedos separa mis labios y los mueve para depilarme, luego me dice:
—ya está ponte de espalda y abre el culito.
Me sorprende, pero la obedezco. Me ...
... inclino y le muestro el ano, ella con su máquina me afeita bien alrededor del agujero, y después pasa el dedo, y lo mete de nuevo para buscar una reacción, no le doy el gusto, aunque me lo daba ella.
—Listo ya está ahora te enjuago y te visto.
—Gracias Silvia.
Miro hacia la puerta y veo una sombra que se desvanece lentamente en el pasillo, sabiendo que Leo ya se había deleitado con esa imagen. Miro la cara de Silvia y veo una sonrisa, yo la miro y le digo bajito.
—sos una guarra.
—shiiiiiiii, te puede escuchar, jajaja.
Me termina de vestir y salimos del baño, yo con esos ridículos anteojos negros y ella con una sonrisa complacida. No me había dado cuenta que ella se había mojado el delantal de doctora que traía y como era obvio no llevaba sostén y se le transparentaban bien sus oscuros pezones, supongo que tampoco hizo ningún esfuerzo en taparse cuando le agradeció a Leo en la puerta del baño.
Llagamos a la cocina y vemos a Leo disimulando, estaba jugando con la Play, cosa que no había tocado antes.
—bueno Leo acá te traigo a tu tía toda limpita, espero que la cuides igual que yo.
—nunca podré ser tan bueno como su amiga.
—ay tonto, puedes ser mejor seguro. Ahora comemos que yo me tengo que ir.
Ya eran como las dos de la tarde cuando terminamos de comer, hablamos en la comida de cualquier tipo de tema, yo seguía con mis anteojos negros, ya me estaba acostumbrando. Después y antes de despedir a mi amiga ella me toma de un brazo y me dice al oído que ...