Convierto a mi sobrino en mi esclavo sexual
Fecha: 29/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... no sea tonta, que aproveche. Luego se va nos da besos y nos dice que siguiéramos en contacto durante su “congreso”.
Llega la noche, cenamos y vamos a dormir, antes le pido que me acompañe al baño. Me siento para orinar, siempre suponiendo que él estaba escuchando detrás de la puerta, luego termino y lo llamo para que me acompañe a la cama.
Me acuesto en la cama vestida y espero a no escuchar ningún ruido cercano y me visto para dormir.
En la mañana del lunes estoy despierta y sólo se escuchan los sonidos de los pájaros cantando. Hace calor, ya que es verano y se espera un día agobiante. Me siento en la cama mirando la puerta y de repente quedo sorprendida, quedo casi inmóvil, veo a mi sobrino cerca del marco de la puerta mirándome, ahí me doy cuenta que yo tenía que ser ciega y él sabía eso. Entonces tanteo el mueble buscando mis lentes y me los pongo, él me sigue mirando en silencio. No sabía qué hacer, me decido y busco el vestido y lo tomo en mis manos como acomodándolo para vestirme. Lo veo en slip y empalmado, con su pija parada como lo vi el sábado pasado. Pienso rápido y decido repetir la misma imagen de igual forma que el otro día. Entonces me levanto y me coloco de espaldas a la puerta y quedo nuevamente mostrándole mi braga que esta vez era una de seda blanca. Me pongo le vestido y vuelvo a sentarme. Miro hacia la puerta y él ya se había ido. Espero un rato y decido llamarlo para que me ayude a levantarme.
—¡Leo! ¡Leo! Puedes venir.
Espero y ...
... escucho desde la otra habitación.
—Si tía en un rato voy.
—Bueno tranquilo.
En unos cinco minutos escucho y lo veo bajo el dintel de la puerta en slip, siempre con su pene erecto, ya se estaba haciendo costumbre.
—permiso tía.
—pasa Leo, perdona que te haya despertado, pero no sé qué hora puede ser
Mientras digo eso, él viene caminando y su slip parece que lleva una víbora que se quiere escapar de una bolsa, como ya les dije muchas veces él creía que yo estaba ciega.
—no pasa nada, son cerca de las diez.
—uy que tarde se hizo, no me di cuenta.
—no hay problemas estamos de vacaciones, vamos.
Me toma del brazo y me lleva al baño, como todas las mañanas hago caca, mientras lo imagino tocándose el pene atrás de la puerta. Después lo llamo para desayunar.
Ya en la cocina el prepara el desayuno, camina de un lado para el otro, hace café y prepara unas tostadas, yo siempre mirando de frente como supongo hacen los ciegos sin mover mucho la cabeza, pero veo todos sus movimientos y los de su pene. Le empiezo a hablar mientras prepara el desayuno.
—Leo parece que va a hacer calor hoy, si quieres ir por ahí no te preocupes por mí y ve a algún lado.
—no hay problema tía me puedo quedar jugando con la Play, por si necesitas algo.
—pero no vas a estar metido acá todo el día.
Mientras hablo observo algo que empieza a hacer y quedo en shock. Mientras me sigue hablando con toda naturalidad, veo con sorpresa que se corre el slip para un costado y saca su ...