Convierto a mi sobrino en mi esclavo sexual
Fecha: 29/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... indica el lugar del jabón y la esponja y sale por la puerta y la cierra, pensé en que trataría de dejarla entreabierta, pero habrá pensado que era muy arriesgado y que lo podría atrapar espiando.
Me desnudo para entrar a la ducha y veo la piel de mi cara, las piernas coloradas hasta un poco más arriba de las rodillas y los brazos y hombros también. Me baño y aprovecho para masturbarme, eran increíbles los orgasmos que tenía, no me conocía. Me seco con la toalla y tomo la ropa para vestirme. En eso veo que la braga que me trajo no era tal, era una tanga de lycra pequeña que dejaba mis blancas nalgas al aire, las usaba para salir, pero la elección ya estaba hecha. Me visto y lo vuelvo a llamar.
—¡Leo! ¿Puedes venir?
Llega abre la puerta, le alcanzo la ropa que me saqué y mientras me lleva del brazo a la cocina a cenar veo que lleva a su nariz mis bragas y respira profundamente, no podía creer lo que hacía, pero seguro que mi extracto lo excitaba. Le dije que el martes llevara todo a lavar que me estaba quedando sin ropa que ponerme.
Hablamos un rato y pasamos al living, él a mirar televisión, yo a simular que no la puedo ver. Pasa un rato y le pido que me acompañe a la habitación que voy a dormir, y le digo que él puede seguir mirando le tele si quiere. Ya en la habitación me deja sentada en la cama y le pido que me traiga la crema que compró en la farmacia.
—gracias Leo, puedes dejar un poco abierta la puerta hace calor y apagar la luz.
—sí tía, la dejo ...
... unos centímetros abierta así entra aire.
Veo que se aleja y la deja unos centímetros abiertos, sí unos cincuenta centímetros, también deja la luz prendida, él sabía que no me quejaría si era ciega, ya sabía que iba a espiarme de nuevo, creo que también yo lo necesitaba. Me da un beso.
—buenas noches tía.
Se va por la puerta, pero sé que no muy lejos. Me levanto y como a la mañana me pongo de espalda y me saco el vestido, me quedo mostrando mis nalgas, pero antes de colocarme la remera tomo la crema y empiezo a pasarla por mis piernas y mi cara, en eso me siento y quedo en tetas frente a él, pero sigo como si no estuviera en el pasillo, termino de pasarme la crema por casi todo el cuerpo y luego me pongo la remera. Como de reojo paso mis ojos con la mirada fija sobre la puerta y lo veo desnudo y pajeándose, me acuesto y trato de dormir.
Ya era martes, me levanto temprano y me cambio, no lo veo tal vez se quedó dormido.
Espero como media hora y lo llamo como el día anterior. Le pido ayuda y como el día anterior desayunamos, repite la misma rutina, con las tostadas yo lo veo y cada vez deseo más esa leche, pero no quiero pasar un límite, luego lleva la ropa para lavar y regresa como en cuatro o cinco horas. Llegamos a la noche y me acuesto, pero sin pasarme crema, quería calentarlo más de los que estaba, como diría Silvia lo quería prender fuego.
Lo nuestro ya era una rutina con pocas variantes yo me hacia la ciega y él me espiaba y se pajeaba, y después yo me ...