Convierto a mi sobrino en mi esclavo sexual
Fecha: 29/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... Silvia y comenzamos a hablar en voz baja.
—estúpida me arden los ojos por el limón.
—era una broma, pensaba que te ibas a dar cuenta y no te lo pondrías, jajaja.
—estás loca.
—jajaja que fuerte que está tu sobrino, ya quiero chuparle la pija.
—pero sos una tarada, no ves que estoy ciega.
—ya se me está haciendo agua la vulva.
—pero Silv estás recaliente.
—dale, dale cuando venga de la cocina te llevo al hospital y hacemos que te curo. No seas boba que dentro de un rato vas a empezar a ver mejor, solo se te dilataron las pupilas, ya vas a querer que tu sobrino te dilate el culo.
—que boba.
Entra Leonardo y Silvia me tapa los ojos con las toallas y le dice a mi sobrino que me ayude a subir al auto que íbamos al hospital.
Llegamos al hospital y entro con mi amiga a una salita, pero le dice a Leonardo que la espere afuera, es una zona vedada al público. Las dos ya dentro de la sala comenzamos a reír, yo ya empezaba a ver mejor y ella me muestra que me va a colocar. Eran unas antiparras como de buceo con ojos individuales, después de colocarlas en su lugar me envuelve con gazas con solo una vuelta en el frente para que yo pudiera ver casi con total normalidad, pero desde afuera y por el bulto que hacia todo el vendaje parecía que hubiese tenido un accidente de automovilismo. Cuando ya terminó de montar la ilusión, llama a mi sobrino.
—Ven Leo.
—sí en que puedo ayudar.
—mira, yo te voy a llevar a casa con tu tía, pero tú te tienes que ...
... ocupar de las tareas de la casa, limpiar, cocinar o comprar la comida.
—sí, no hay problema.
—Pero piensa que si estás decidido vas a tener que ayudarla en todo por casi dos semanas que es lo que calculo le tomará en recuperar la vista, yo igual la visitaré para las curaciones y te daré indicaciones.
—si no hay problema, todo fue mi culpa.
—fue un accidente.
Después de un viaje relativamente corto del hospital a casa, llegamos y tanto Silvia como Leo me ayudan a bajar del auto, yo disimulaba mi caminar como con miedo a caerme, para ese entonces ya veía perfectamente a través de las finas gazas que tenía como barrera en mis ojos.
Ya se habían hecho como las siete de la tarde así que dentro de poco tendríamos que comer y después ir a dormir. Entonces mi amiga le dice a mi sobrino como para que las deje un rato sola que vaya a comprar algo para comer y este va.
—bueno ya se fue, ves bien ahora.
—si veo normal, pero porque le dijiste dos semanas que voy a estar ciega, me parece exagerado.
—que no quieres un esclavo, ojalá pudiera tenerlo yo en casa.
—pero como hago para limpiarme, bañarme, no puedo sostener esta mentira mucho tiempo.
—pero sos tarada, no sos la única ciega del mundo. Vas a tener que aprender a ser ciega, pero viendo es más fácil. Yo mañana vengo a la mañana y te ayudo. Ahora cuando llegue Leo le enseño alguna de sus tareas para tu cuidado.
—pero no te pases.
—estás loca, te va a gustar.
Después de un rato llega mi sobrino con ...