TAREAS EDUCATIVAS 6 - Relatos Eróticos

TAREAS EDUCATIVAS 6

... besamos, introduje la lengua y la refregué contra la de ella. ¡Era el momento! Apreté las tetas y su boca, y empujé con todo. ¡Maté su grito con mi boca!
-¡Aaaauuhgghhahhaaahhh! - ¡Quedó en mi boca!
Ya estaba al fondo. Me detuve sin dejar de besar y acariciar las tetas. De pronto me moví hacia afuera. Me retiré unos pocos centímetros y volví a meterla, con todo, hasta donde diera. Sentí los huevos colgar sobre la raja del culo, entre las nalgas. Ahora si es la definitiva. Saqué la pija hasta el glande y volví a entrar. Me erguí y dejé las manos sobre las tetas, y la boca libre. Ximena respiró hondo, profundo, como si con la pija le hubiera tapado la nariz. Al vaivén, afuera, adentro, despacio, una y otra vez. Ximena no abría los ojos…, pero si la boca… entreabierta.
Una vez más adentro, afuera. Otra vez…, la cogida estaba totalmente en marcha. Al fin Ximena abrió los ojos… ¡sonrió! Pellizqué suavemente los pezones. Y le sonreí. Estábamos en lo mejor. ¡Ella gozaba! Sus gemidos no eran de dolor…, solo de placer. Al volver a estar arrodillado, pude llegar nuevamente con mis dedos a su clítoris. Ximena tenía cara de felicidad, totalmente. Ya había pasado el dolor. ¡Ahora el disfrute y placer para siempre, totalmente! Yo reservaba mi esperma, me apretaba la base de la pija y evitaba los “malos pensamientos”. Todavía faltaba parte de la joda.
-¡Querés decirle a Efi lo lindo que se siente? – Seguía con la pija dentro ...

... de Ximena.
-Si, claro. ¡Efi, vení! - Efi estaba tras la puerta. Al instante estuvo a nuestro lado. 
-¿Qué tal? ¿Te gustó? – Se agachó hasta la boca de la amiguita. La besó suavemente. 
-¡Si! ¡Mucho, mucho! – Una gran sonrisa por parte de Ximena.

Yo seguía bombeando y acariciando el clítoris.
-¡Ayayay! ¡Me hagooooo! – Ximena se arqueó y estremeció. ¡El primer orgasmo con una pija adentro!  
-¡MUY BIEN! - Grito Efigenia. 
-¡Ay ay! ¡Qué lindoooo! - ¡Ximena se retorció en tremendo orgasmo! 
	Me incliné hacia ella.
-Xime, “mi amor…” - Ahora lo decía a propósito, en presencia de Efi. – Tengo ganas de eyacular. ¿Te puedo llenar la conchita? ¿Sabés si estás en días fértiles?
-¡Siisiii! ¡Noo! ¡No lo sé! ¡Mejor no adentro! – Esa inseguridad me vino bien.
-Está bien. No hay problema. Acabo afuera…
-¡Dámela a mí, papito! ¡Yo la quiero! – Reclamo de Efigenia. Era lo previsto.
-Está bien, tesoro… - Le saqué la pija a Xime, me erguí arrodillado, e inmediatamente Efi puso su boca, con la lengua afuera. Me giré levemente para que Ximena tenga una “buena visión”. Apoyé el glande en la lengüita de Efi…, y comenzaron los chorros. Ximena miraba expectante.
-¡Aaaahhh! ¡Aaahhh! ¡Qué rica es tu boquita tesoro… - Yo suspiraba y alababa el hermoso “depósito” de semen de la pequeña. Luego de tragar, Efi fue a la boca de Ximena…
-Probá… ¡mirá que rica! - ¡Y restos de semen fueron a la “debutante”!
	¡Hasta ahora, todo perfecto!