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Los Panty de Dolores
Fecha: 03/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... Fui subiendo el ritmo, siempre procurando no hacer ruido. Como ya dije, en mi juventud habían caído bastantes pajas pensando en Lola; pero hacerlo en su casa con ella dentro, en una habitación enfrente de la suya, y con las puertas abiertas, era un morbo inenarrable. Salivé mi mano y me refroté el glande. Descargas de placer hacían que se me tensaran las piernas, y mis movimientos ya no eran tan silenciosos. El calor me embargaba, y me destapé. Aunque no veía, notaba cómo salía líquido preseminal y humedecía mi mano. Me acaricié los huevos con la otra mano, imaginando que era Lola quien me tocaba. Era una paja en toda regla. Ladeé la cabeza, intentando ahogar mi agitada respiración con la almohada. El prepucio subía y bajaba, produciéndome una deliciosa agonía que no acababa. Aquello era mucho mejor que ver porno en pelotas frente al ordenador. Mi excitación llegaba ya al máximo… Entonces cerré los ojos, sintiendo cómo se acercaba el orgasmo. Pero una idea fugaz pasó por mi mente: ¿y si me la follaba? Me podía plantar en su dormitorio y, tal y como estaba, follármela. No era tan descabellado. Después de todo, ella me había abierto la puerta de su casa, y no tenía ninguna vergüenza en mostrarse en paños menores ante mí. Un tosido. Seguido de un carraspeo. Se me cortó el hilo de mis lujuriosos pensamientos, y con ello el ritmo del onanismo. ¿Me había oído? ¿Era un aviso de que me cortara un poco? ¿O quizá una invitación? No estaba seguro. A punto estuve de levantarme e ir a su ...
... alcoba, pero no me atreví. La inseguridad me ganó la partida, y permanecí en la cama. Pero eso sí, acabé mi paja. Teniendo más cuidado que en los momentos previos al tosido, me agarré el miembro y seguí estrujando sin piedad, friccionando la piel sumido de nuevo en el silencio. Un escalofrío empezó en mi columna y rápidamente se dirigió al perineo: el orgasmo era inminente. Sin dejar de mover mi muñeca, llegó un violento clímax que me tuvo dando espasmos durante un buen rato. Mi polla expulsaba semen repetidamente sobre mi abdomen, dejando sábanas y cuerpo completamente pringados de placer. No pude evitar emitir un leve gemido al correrme. - Hmmm… –suspiré, involuntariamente. Agucé el oído, a ver si escuchaba algo. Me mantuve quieto unos instantes, temeroso de haber sido descubierto. No hubo sonidos, ni nuevas toses. Me levanté, y desnudo como estaba, me encaminé al baño. Me dio un subidón de adrenalina, ante el peligro de que Lola se levantara y me pillara en cueros. Me metí en el wc, oriné y me aseé un poco, y regresé a mi habitación. Caminando descalzo por el pasillo, tenía el corazón desbocado. No quería que me descubriera, pero el peligro de que me sorprendiera era un morbo delicioso. Ya en el cuarto, me puse de nuevo los calzoncillos y me metí en la cama. Ya había tenido bastante por esa noche. Quedé dormido en un santiamén.---------- Por la mañana, sobre las diez, volví a despertar con una durísima erección matinal. Me levanté del lecho y abrí la persiana, inundando la ...