1. El moro me hizo suyo


    Fecha: 04/10/2018, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... Se paró en el ano e intentaba meter un dedo. Di un respingo, ¡eh! ¿Que haces? Le dije mirando a la cara. Cuando me giré hacia él, ya lo vi desnudo y una erección en sus calzoncillos de campeonato.
    
    Mira como me has puesto, me decía mientras me sujetaba la mano y la llevaba a su entrepierna.
    
    Yo, yo no he hecho nada, le dije. Solo me he desvestido para ducharme e irme a dormir.
    
    Si me enseñas tu culo, no voy a poder aguantar, vas a tener que ser mi mujer. Llevo tiempo sin probar mujer alguna. Nosotros vamos a pasar muchos meses juntos, y no puedes provocarme sin sufrir las consecuencias.
    
    Se bajó el calzoncillo, dejando ver la tremenda erección que estaba teniendo. Tiró de mi mano llevándola a su polla. Mira como me has puesto, me decía mientras tenía la mano sobre aquella polla erecta que el marroquí me mostraba.
    
    Al tocarlo noté una gran suavidad, y un calor inmenso que despedía aquel tremendo rabo. Estaba circuncidado, era largo y unos huevos inmensos.
    
    Pues dale a la mandurria y te haces una paja, le contesté.
    
    No, más pajas no quiero, mejor es tu culo, Es bonito cómo el de las mujeres, me dijo. Tu polla es más pequeña que la mía, me decía mientras echaba mano a ella y tus huevos también son más pequeños, repetía mientras me los sobaba.
    
    No pretenderás que sea tu mujer, y te ponga el culo durante los 6 meses que dura la campaña, ¿verdad?
    
    Sí, me contestó, tú vas a ser mi mujer siempre.
    
    Tiré de mi mano soltándome, y marchando para la ducha, le ...
    ... contesté: estás de coña, ni lo sueñes.
    
    Abrí los grifos de la ducha, y esperé a que saliera el agua caliente. Una vez salió, me metí, empezando a ducharme. Cuando ya estaba mojado, me percaté de que no había cogido el jabón, así que salí poniéndome una toalla a la cintura, y volví a la maleta para cogerlo.
    
    Cuando volvía entrar en la ducha, antes de que cerrara la puerta, entró conmigo el moro. Espera, dijo sin dejar que cerrara la puerta.
    
    Me sacó la toalla de la cintura empujándome a dentro de la ducha. La dejó en la percha, y se metió conmigo a ducharse.
    
    Yo te enjabono, luego tu me enjabonas a mí, me dijo mientras abría el grifo y me sacaba el jabón de las manos, y cogía una esponja.
    
    Después de mojarnos cerró el grifo, disponiéndose a enjabonarme todo el cuerpo. Lo hacía con toda delicadeza y mucha sensualidad, sobre todo al llegar a mi polla y huevos. Lo hacía con tanta suavidad, que me empalmé como un burro.
    
    Veo que te está gustando mis caricias, me decía, espero que seas una buena mujer para mí.
    
    Jabibi, yo no soy ninguna mujer. Ya, ya, tu no, pero tu culito, sí. Y mientras me decía esto, me giraba y se ocupaba ahora de mi culo.
    
    Se paró en mi ano, y sin dejar de frotar, introdujo un dedo en él, ¡aaahhh! Grité al notar entrar su dedo. Calla dijo él mientras me empujaba por la espalda y me hacía inclinar un poco.
    
    Metió el dedo bien a fondo, y estuvo sacando y metiendo el dedo, hasta que vio que ya no había resistencia por mi parte.
    
    Así, así quiero que te ...
«1234...7»