El moro me hizo suyo
Fecha: 04/10/2018,
Categorías:
Gays
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... comportes y seas mi mujer.
Luego volvió a darme la vuelta, me hizo agachar, me ordenó abrir la boca, llevó su polla a ella, y dijo, saca la lengua y ve lamiendo. Saqué la lengua, y lamí el prepucio mientras sujetaba la polla con mis manos.
Así, ¡aaaahhh! Que lengua tienes, ¡ummm! Métela en la boca, y lamela, ¡ohhh! Que rico lo haces, Dani, eres muy guapo, tienes un cuerpo muy bonito, y me gusta cómo te estás comportando, nos llevaremos muy bien, ya verás.
Yo a esas alturas ya estaba cachondo, y empezaba a estar salido y con ganas de aquel rabo. El culo me hervía y pedía polla para que lo preñaran de leche.
Abrí la boca para tragar aquella polla del moro, la fui chupando a la vez que succionaba el glande, parándome a succionar donde comienza este, haciendo que el moro jadeara y gimiera de placer. Sus manos apretaron más mi cabeza, y sus dedos se enredaban con mi pelo, mientras el moro jadeaba, ¡sí, sí, así mi amor! ¡ohhh! Que gusto me das Dani, si sigues así, pronto me voy a correr, y ahora no quiero hacerlo, no quiero correrme en tu boca, hoy quiero estrenar tu culo, mi amor, hoy quiero poseerte y dejar mi semen en él.
Estuve un buen rato chupando y succionando la polla del moro, en las que en varias ocasiones me hizo dar arcadas y llorar los ojos, por meterla demasiado profunda en mi boca. En una de las ocasiones, llegó a traspasar la campanilla, abriéndome a arcadas, soltando bilis y llorándome los ojos.
Cuando ya empezaba a estar cansado de estar de ...
... cuclillas con la polla del moro en la boca, Jabibi, me cogió por los brazos, con los cuales me sujetaba agarrándome a sus caderas, y tirando por ellos, me hizo levantar.
Llevó mis brazos a sus hombros, me fue rodeando con los suyos, haciendo que pegara mi cuerpo al suyo. Con una de sus manos en mi nuca, acercó mi cabeza a su boca, empezando a lamerme los labios, mordisquearme el labio inferior, y poco a poco ir introduciendo su lengua en mi boca. Su lengua empezó a jugar con la mía, luego permitió que mi lengua entrara en su boca, apoderándose de ella y succionándola todo lo que podía.
Mientras se había apoderado de mi boca, una mano la tenía en mi nuca, y la otra fue recorriendo toda la espalda hasta llegar a mi culo, magrearlo y sobarlo todo lo que pudo, hasta conseguir llevar uno de sus dedos a la entrada a mi ano, acariciar el esfínter, y luego ir poco a poco introduciéndolo dentro de mi culo. Lo mantenía justo en la entrada, lo metía y sacaba, y dejando solo la punta dentro de mi culo, lo iba girando y apretando a los costados, para ir abriendo el culo y hacer que mi esfínter se fuera relajando y de esa manera no opusiera resistencia.
Ya tenía los labios hinchados y colorados por aquella comida de boca que me estaba dando el moro, cuando empezó a bajar con su boca por el cuello.
Iba dando pequeños mordiscos, y haciéndome chupones por todo él, hasta que llegó a mis tetillas. Mordió y succionó los pezones, hasta dejarlos enrojecidos y a punto de sangrar.
Me tenía ...