SANTA MARÍA, LA PINTA Y LA NIÑA 2 - Relatos Eróticos

SANTA MARÍA, LA PINTA Y LA NIÑA 2

Me hice el dormido. ¿Qué harán estas loquitas cogedoras?
-Desnudémonos y pongámonos a jugar con ellos. – Danna orientaba la acción de su hija.
-Si, dale. – Notaba los movimientos y sonidos de Danna y Jazmín. Si bien las había visto desnudas muchas veces…, nunca me quería perder verlas nuevamente, así que abrí los ojos un poquito. Al minuto, Danna me habló al oído.
-Papito, ponte boca arriba. - Me giró con sus manos. En un segundo estaba acuclillada sobre mi cara. Puso prolijamente su concha contra mi boca. No podía negarle la lengua. Se mueve de adelante hacia atrás; de atrás hacia adelante. La lamí desde el hoyito al clítoris. - ¡Si, papito, así!
En la pija noté novedades. Había dos lenguas lamiendo y dos labios besando. ¡Jazmín fue a darle una mano a la abuela! Mejor dicho…: fue a darle una lengua… Sentí que mis huevos pedían una urgente eyaculación. Pero yo quería darle la oportunidad a Danna. ¡Mi tesoro especial se lo merecía! Aguanté todo lo posible…, hasta que mamita me embardunó la cara y la boca con sus fluidos. 
-Chicas, suelten la pinga de papito. ¡Ahora es mía! – Danna se colocó rápidamente sobre la erecta pija. 
Una mano fue hacia ella y la orientó hacia la abertura propicia. Seguro que esa manita es de Jazmín. Siempre dispuesta a ayudar a su mamita. La mamá se enterró de una, y comenzó a cabalgar. Busqué sus tetas y las refregué con ganas. No eran tan grandes como las de abu, pero si más duras. En un momento fue Jazmín quien estuvo sobre mi boca. Hizo lo de ...

... la mamá. Hacia adelante, hacia atrás. Gozando ahora de la conchita de la nena. Brigita se dedicó a lamer el culo de su hija y mis huevos. Jazmín y Danna prácticamente acabaron al mismo tiempo. Y me pija se sacudió dentro de la concha de Danna en esos momentos. 
¡Una familia totalmente feliz! ¡Yo casi me sentía de la familia! No dejaba de gozar ante el placer de las nenas y la abuela. ¡Qué hembras fabulosas!

-Papito… ¡qué lindo! Vamos a hacer la cena… - Luego de un par de minutos, Danna se desensartó. 
-No hace falta tan temprano, tesoro. Hoy no trabajo de noche. – Quería que se quedara empotrada más tiempo.
-¿No? ¿Qué paso?
-Terminó mi trabajo en el híper. No tengo que ir más.
-¡¿No vas a venir más?! – Danna y Jazmín gritaron al unísono.
-¡Si! ¡Si vendré! Siempre que pueda voy a venir. Lo que quiero decir, es que cuando venga me puedo quedar a la noche, como hoy. Ahora me quedo, por eso no hay apuro.
-¡Qué lindo papito! ¡Qué lindo! – Jazmín saltaba de contenta.
-Pero… voy a acostarme solamente con Danna. Ella es la dueña de casa y se lo merece. En otras oportunidades nos turnaremos… ¿está bien?
-Claro que sí. – Brigita fue contundente, antes que Jazmín manifieste dudas. 
-Bien… - Danna me llenaba de besos. – Entonces… ¿qué hacemos.?
-Pues… ¿saben que me gustaría?
-Si papito, lo que quieras.
-Bueno…, quisiera hacer el 69 con las tres…
-¿Juntas? – Brigita preguntó sorprendida.
-No, no. Una por vez. 
-Bueno, dale. ¿Quién la primera? – Danna fue al grano.
-De ...